Investigadores de Uninorte participan en estudio de reconocimiento del terremoto de Haití

El profesor Carlos Arteta y el estudiante del Doctorado en Ingeniería Civil, César Pájaro, evaluaron, a través de modelos matemáticos, el terreno afectado y la amenaza sísmica para el Reporte Preliminar Virtual de Reconocimiento de la red StEER.

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Mapa de intensidad del terremoto de Haití, del 14 de agosto.

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29 sep 2021

La red StEER (Structural Extreme Events Reconaissance) publicó a mediados de mes su Reporte Preliminar Virtual de Reconocimiento (PVRR, por sus siglas en inglés) sobre el terremoto de magnitud 7.2 ocurrido el 14 de agosto en Haití, en el que participaron ingenieros sísmicos de la Universidad del Norte, como Nodo Norte, junto a investigadores de 12 instituciones internacionales de educación superior, como la Universidad de Notre Dame, la Universidad de Stanford, la Universidad de California en Berkeley, la Pontificia Universidad Católica de Chile, entre otras.

El terremoto, de una profundidad de 10 km, se desarrolló a las 8:30 de la mañana, afectando una amplia franja de la península de Tiburón, que comprende los departamentos de Nippes, Sud y Grand'Anse, además de impactar los principales centros de las ciudades en las costas norte y sur: Jeremie y Les Cayes, respectivamente, perjudicados también en 2016 por el huracán Matthew.

“En el capítulo que desarrollamos comparamos medidas del terreno contra un modelo matemático que predice el fenómeno. Vimos que los sismos no son particularmente grandes con respecto al promedio. Es decir, para un sismo de magnitud 7.2, las aceleraciones del terreno no fueron particularmente altas”, puntualiza Carlos Arteta, docente del departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de Uninorte, doctor en Ingeniería Sísmica, quien desarrolló el estudio con el doctorando César Pájaro. La participación de Uninorte, por medio de su grupo de investigación en Estructuras y Geotecnia (GIEG) y la Red Colombiana de Investigación de Ingeniería Sísmica (CEER), es apoyada con fondos de la National Science Foundation (NSF), que tiene como misión principal la promoción de la resiliencia luego de eventos catastróficos.


Colapso de edificios históricos de mampostería de piedra, centro de Jeremie.

Es por eso que StEER escaló este siniestro a una respuesta de Nivel 3, con equipos estructurales de evaluación de campo y empleando un modelo híbrido que combina recolectores de datos locales con ingenieros virtuales, que ven los registros de forma remota y completan la evaluación de desempeño. Estos evaluadores además pueden contribuir al Informe de Reconocimiento de Acceso Temprano (EARR, por sus siglas en inglés), que se emite en función de los datos de campo recopilados y se desarrolla entre Steer y el Equipo de Investigación de Campo de Ingeniería Sísmica del Reino Unido.

El reporte destaca cinco conclusiones que merecen un estudio posterior a fondo: (1) Desempeño de la construcción posterior a 2010 y posterior a 2016, (2) Desempeño de sistemas de mampostería confinada, (3) Desempeño de la arquitectura vernácula, (4) Soluciones de construcción localmente viables, asequibles y seguras y (5) Capacidades de evaluación rápida en entornos con escasez de datos.

“Ha trabajado en tres reportes de este tipo y lo que siempre aprendo de estas experiencias es cuánta información nueva puede generarse en el marco de una catástrofe, para a su vez aumentar la resiliencia de las comunidades ante los terremotos, estudiando el desempeño de las estructuras y evaluando la amenaza sísmica”, señala César Pájaro, egresado del programa de Ingeniería Civil y Ambiental (2017) y estudiante del Doctorado en Ingeniería Civil de Uninorte, becario Bicentenario.


César Pájaro.

Con cientos de réplicas, los colapsos y daños significativos al entorno continuaron por semanas. Para finales de agosto, la Agencia de Protección Civil de Haití había reportado más de 2300 muertes, 61 000 viviendas destruidas y más de 76 000 averiadas en Sud, Nippes y Grand’Anse. En ese sentido, la red consideró que la extensión geográfica y la intensidad del siniestro del 14 de agosto en Haití, y sus subsiguientes replicas, son mayores a los del terremoto de 2010, exponiendo a fuertes sacudidas a una sección transversal más diversa de prácticas de construcción regionales.

“Los que realizamos modelos de amenaza sísmica enfrentamos a la incertidumbre, entonces este tipo de reportes sirven para superarla. Desde que trabajaba como investigador invitado de la red, gracias al profesor Carlos, me dedicó a estudiar qué tan diferente es la amenaza registrada respecto a lo que se prevé. El sismo de Haití era crónica de una muerte anunciada, ya se conocía hacía años la fuente sísmica, contrario a lo que pensaron del siniestro de 2010”, comenta César, hoy miembro oficial de la red StEER.

Para descargar el reporte completo de StEER, clic aquí.

 

Por José Luis Rodríguez R.

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