Proyecto internacional analiza impacto de Transmetro en Barranquilla

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28 nov 2016

Investigadores del Grupo de Investigación en Transporte – Tranvía de la Universidad del Norte se han asociado con la unidad de planeación de desarrollo del University College de Londres (Inglaterra), Fundesarrollo y Probarranquilla, para desarrollar la investigación 'Inversión en Transporte y Bienestar: un Análisis de Transmetro y las Políticas Urbanas en Barranquilla y su Área Metropolitana'.

Este estudio, financiado por Instituto Lincoln de Política de Suelos del claustro británico, se enmarca en un análisis de Barranquilla en tres ejes en particular: movilidad, uso y precios del suelo y bienestar humano, claves hoy en día para su competitividad.

El pasado 3 de noviembre en Combarranquilla, los investigadores Víctor Cantillo y Julián Arellana, docentes del departamento de Ingeniería Civil de Uninorte, presentaron, en compañía de los demás investigadores del proyecto, algunos de los resultados preliminares de su estudio, el cual tuvo inicio en enero de este año y se extenderá hasta mediados de 2017.

Entre los resultados más relevantes que emanan del estudio se destacan los cambios en los patrones de movildiad. Según el ingeniero Cantillo, esto se evidencia en la foma que el Centro de Barranquilla ha perdido importancia como gran atractor de viajes. “Sigue siendo el mayor atractor”, explica, “pero ahora esto se esta desplazando hacia el noroccidente de la ciudad”.

También señala que, aunque en general la accesibilidad al transporte público se ha mantenido y existe una buena cobertura de los mismos en el Área Metropolitana de Baranquilla (AMB), el uso de este tipo de transporte ha venido decreciendo.

“Ha seguido creciendo el uso del auto particular y también de la motocicleta. Hoy en transporte público mueve menos pasajeros que hace 6-7 años, y eso es algo que ha ocurrido en casi todas las ciudades del país por el auge de la mtotocicleta y el automóvil”, sostiene Cantillo.

Los investigadores además han notado en sus análisis que la gran mayoría de los proyectos inmobiliarios en los últimos años se han desarrollado en la área de influencia de las vías troncales y las rutas de los alimentadores Transmetro.

“También hemos observado que las propiedades que quedan en estas zonas de influencia tienen un mayor precio que aquellas que no están. Pero esto es algo sobre lo que tenemos que correr modelos matemáticos para corroborar que el efecto se debe solo a Transmetro, o existe otra serie de factores”, indica el investigador.

La información para este estudio provino de fuentes diversas, como encuestas aplicadas tanto en barrios ubicados zonas de influencia de Transmetro en Soledad y Barranquilla, como en aquellos donde no llega el servicio para medir su percepción del servicio, estadísticas del Sisben, y estudios del Departamento Nacional de Planeación y el DANE sobre los cambios y sobre los indicadores socioeconómicos de Barranquilla en los últimos años 6 años, entre otros.

Esta amplia cantidad de datos permitió a los investigadores realizar un diagnóstico sobre la situación de pobreza en la ciudad de Barranquilla.

La población en condición de pobreza, medida como aquellas personas que ganan menos de 4 dólares al dia, ha venido bajando en la ciudad; pero, según Cantillo, hay un aumento en la población vulnerable, que gana entre 4 y 10 dólares, que tiene alto riesgo de volver a caer dentro del umbral de pobreza.

Esta disminución en la población pobre, de acuerdo con Cantillo, es resultado de la implementación de políticas directas o asistencialistas, como subsidios, que no han creado un dinamismo o un crecimiento económico que permita que personas se vinculen de manera activa al mercado laboral y, en su lugar, han propiciado el aumento del subempleo.

“El 70% de la población de Barranquilla es pobre o está en riesgo de serlo, y solamente cerca del 30% de la ciduad está fuera de ese nivel de riesgo”, señala el ingeniero, agregando que este hecho debe llamar particularmente la atención de quienes toman las decisiones en la instancias políticas, del sector público y también el privado, sobre cómo lograr un crecimiento sostenido en la ciudad que se traduzca en bienestar.

“Nosotros continuamos la investigación”, continuó Cantillo. “Estamos ahora recogiendo información adicional y esperamos que en cinco meses construyamos el documento que sintetiza los resultados de esto, para medir la influencia exacta del transporte sobre toda esta dinámica que hemos observado. Hasta ahora estamos revisando los fenómenos aislados, pero queremos integrarlos y mirar cuál es la causalidad entre ellos”.

El evento del 3 de noviembre buscó debatir los resultados preliminares y generar discusiones alrededor de la información recopilada, como parte del proceso de desarrollo de la investigación. Este contó con la participación de diversos actores públicos y privados de la movilidad en Barranquilla, quienes llamaron la atención sobre una ciudad cuya movilidad parece estar orientada hacia el uso de automóvil.

“Es importante apuntarle a una movilidad sostenible, donde el automóvil no sea el rey sino donde el ser humano sea el que prime. En ese sentido hay que recuperar los espacios para el peatón, los modos de transporte sostenibles, como la bicicleta, y sobre todo el transporte público. Nosotros tenemos invertido el orden de prioridades”, fue la conclusión que pronunció Cantillo sobre este encuentro.

Por Andrés Martínez Zalamea

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