Reclasificación del cannabis, ¿qué oportunidades brinda?

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Colombia exportó a principios de febrero, por primera vez, cannabis con fines medicinales a Canadá. (Foto: Freepik.es)

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19 feb 2019

La reciente recomendación de la Organización Mundial de la Salud  (OMS), de trasladar el cannabis y la resina de cannabis de la Lista IV a la Lista I de la Convención Única de la ONU sobre Estupefacientes, supone un paso histórico muy relevante para las investigaciones sobre su uso terapéutico, el apoyo económico de los Estados y su culturización.

La lista IV es la categoría más estricta descrita en el documento, lo que significa que el cannabis actualmente es considerado una droga peligrosa, al igual que la heroína, y restringe el trabajo de los científicos que desean investigar los posibles efectos terapéuticos de la planta. Para Luis Carlos Morales Burbano, profesor de tiempo completo del departamento de Medicina, magíster en Neurociencias y doctor en Farmacología, la legalización del cannabis medicinal podría arrojar respuestas sobre su uso en el contexto nacional, el cual difiere de países como Holanda o Canadá, pero deberá ser vigilado rigurosamente por las autoridades y socializado por expertos en el tema.

“Hay países que llevan mucha cancha en esto, como Estados Unidos. Los mayores beneficios que se han visto son frente al dolor crónico. En pacientes con fibromialgia, que han tenido daños en el sistema nervioso periférico y se han visto beneficiados del uso del cannabis médico. Además, otro efecto que ha tenido es la reducción del uso de los opioides, que son muy adictivos”, explica el docente.

La recomendación de la OMS se efectuó a través de una carta de su director general, Tedros Adhanom, dirigida al secretario general de la ONU, António Guterres, y se someterá a votación durante el próximo período de sesiones de la Comisión de Estupefacientes (CND) que se reunirá en marzo en Viena, Austria. La encomienda es el resultado de una reunión de los expertos en drogas de la OMS celebrada del 12 al 16 de noviembre de 2018, en donde se avaló el "potencial terapéutico" de los preparados de cannabis para el tratamiento del dolor y otras afecciones médicas como la epilepsia.

De acuerdo con Morales, pacientes con esclerosis múltiple han reportado mejoras en la sintomatología, especialmente en el dolor crónico y la rigidez muscular. Todos los estudios desarrollados hasta el momento, agrega, apuntan a que un compuesto derivado del cannabis: el CBD (Cannabidiol), combinada con la estructura molecular THC, genera mejoras en los pacientes con esta enfermedad.

Viridiana Molinares Hassan, profesora del departamento de Derecho, magíster en Proyectos de Desarrollo Social y doctora en Derecho Público, afirma que en Colombia es necesario la construcción de un nuevo imaginario alrededor de la educación para el consumidor social del cannabis, y se debe revisar el problema de salud pública que representa el consumidor habitual, que requiere apoyo del sistema. En Colombia, señala, la gente sigue demonizando al consumidor de marihuana y otras sustancias, porque se asocia a la guerra del narcotráfico, un escenario diferente al medicinal.

“Nosotros en Colombia somos un Estado personalista, en el que se asume a la persona humana como una persona capaz de decidir sobre su vida, y en ese sentido decidir sobre el uso del cannabis y otras sustancias dentro de su autonomía. Todo permeado por un proceso de educación para entender el alcance del derecho fundamental del libre desarrollo de la personalidad y que esta sustancia no es nociva, si se consume bajo unas condiciones específicas”, argumenta la profesora.

El cambio legislativo cada vez se da en más países del mundo, dando a florecer la nueva agroindustria donde Colombia en los últimos dos años se prepara. A principios de febrero, por ejemplo, Colombia exportó por primera vez cannabis con fines medicinales a Canadá. Exactamente 360 gramos producidos en el municipio de Pesca, en el departamento de Boyacá.

“Con este nuevo tema del Comité de Sabios, mi deseo es que llamen a profesionales de la salud, siquiatras, farmacólogos, químicos farmacéuticos, entre otros, para poder dirigir la legalización. Al menos un comité científico que vele por que las cosas sean acordes a lo que se sabe de momento, desde el punto de vista científico. Hay que legalizar el uso de cannabis medicinal, pero hay que vigilarlo”, enfatiza el profesor Morales.

 

Por José Luis Rodríguez R.

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