Retos de Barranquilla para financiar su desarrollo urbano y territorial

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Participantes en el conversatorio organizado por Urbanum.

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23 oct 2018

El crecimiento en infraestructura que está viviendo Barranquilla y que ha implicado un rápido desarrollo económico y un alto nivel de endeudamiento público para la ciudad ha traído consigo grandes retos para la actual y próximas administraciones al respecto de cómo conseguir financiación y hacer sostenibles los distintos proyectos de inversión que están en marcha y los que vienen en camino. El Centro de Estudios Urbano Regionales de Uninorte (Urbanum) reunió a cinco expertos en temas económicos para analizar las perspectivas y retos de la financiación de obras públicas de Barranquilla durante los próximos años.

En el conversatorio denominado “Retos y perspectivas de la financiación del desarrollo urbano territorial” participaron el director de Impuestos de la Alcaldía de Barranquilla, Fidel Castaño, el profesor e investigador de la Universidad del Norte, Jairo Parada, el director de Barranquilla Cómo Vamos, Manuel Fernández, la investigadora senior de Fundesarrollo, Adriana Restrepo, y el docente e investigador de Uninorte Dann Payares.

Castaño habló de cómo en los últimos 10 años la ciudad pasó de un recaudo de impuestos prediales del 30 % a un 65 % de recaudo tributario, gracias un cambio de modelo en la entidad encargada de hacer este trabajo. El servicio que anteriormente era realizado por una empresa privada ahora pasó a ser operado por el distrito de Barranquilla.

Según dijo, esto da a la ciudad una mayor capacidad de endeudamiento e inversión pública. “Cualquier ciudad o país debe tener endeudamiento para efectos de seguir con un plan de inversiones como el que tenemos. En los años que vienen, ¿cuál será la necesidad? Depende de los planes de desarrollo que planteen las próximas administraciones, pero Barranquilla hoy, en la situación como está, es una ciudad que está siendo admirada no solamente en todo el contexto nacional sino también internacional”, destacó.

Por su parte, Restrepo, investigadora senior en asuntos económicos de Fundesarrollo, señaló que la ciudad ha pasado hasta el momento por tres periodos mirando a su desarrollo y que está próxima a entrar en un tercero.  El primero, según planteó, fue hace 11 años cuando empezó a cerrar las brechas en su capacidad de inversión social, ya que Barranquilla había sido una ciudad muy rezagada en términos de inversión por persona con respecto al resto de capitales principales del país. “Tenía una baja inversión en sectores como educación, salud, agua potable y saneamiento básico, y en esos primeros cinco años se dedicó a invertir en esos sectores”, dijo.

Luego, destacó la experta, viene una segunda etapa donde se mira hacia la identidad de la ciudad y que se ha caracterizado por una inversión en capital público. Es decir, en infraestructura que requiere de grandes recursos y por ende el distrito ha tenido que requerir endeudamiento de recursos públicos, que se ha podido obtener gracias a la recuperación de recursos propios lograda desde la oficina de Impuestos de la Alcaldía.

Allí, asegura Restrepo, es donde está el debate de ¿cuáles son las inversiones que se deben realizar con ese endeudamiento?, y si ¿van a tener un retorno social o económico que permita que en el futuro se siga invirtiendo? “La etapa que viene de inversión en la ciudad tiene que ver con la identidad que quieran dar los gobernantes y la ciudadanía a futuro y tiene que estar basada en unos estudios técnicos de retorno de capital y de sostenimiento”, señaló. 

La experta habló de una investigación realizada por Fundesarrollo en el departamento de La Guajira que mostró que muchas de las obras realizadas en ese departamento por el gobierno nacional luego no son sostenibles por el gobierno local, debido a una constante falta de estudios en cuanto a costos de mantenimiento y funcionamiento, y que eso es algo que no puede pasarle a Barranquilla con sus grandes obras como los escenarios deportivos de los pasados Juegos Centroamericanos, los Nuevos Parques o el Gran Malecón.

Al respecto, Parada, investigador y Phd en Economía, criticó la visión de desarrollo de la administración Char, considerada por él como la “visión del concreto”. Según Parada, si bien es cierto que la ciudad necesitaba obras de infraestructura, canalizar arroyos no debía, a su concepto, ser el eje principal de inversión ya que esto podría haberse realizado de manera más paulatina en vinculación con próximas administraciones. 

“Uno lo que observa es un afán de contratación pública y de concreto porque además hay una cadena de contratistas que se mueven alrededor de la administración distrital que se lucran de esta contratación”, aseguró.

Según destacó, el endeudamiento público con vigencias futuras de la ciudad es un problema que puede incidir en el desarrollo de Barranquilla de los próximos años. “La ciudad está endeudada hasta el 2034 por varios billones. El año entrante el distrito espera recaudar la suma de 436 mil millones de pesos en predial. Y resulta que de ese recaudo predial van a pagar por deuda e intereses la suma de 195 mil millones, y por vigencias futuras tienen que apartar la suma de 110 mil millones. En otras palabras: el 70 % de los recaudos del predial del año entrante ya están comprometidos”, agregó. 

Por su parte, Fernández, director de Barranquilla Cómo Vamos, invitó a hacer un balance positivo de lo que ha pasado en la ciudad en los últimos 12. “Los tributarios vienen creciendo en un 20 % entre el año pasado y este año. Y el predial viene creciendo un 36 %, y aquí otro dato interesante: industria y comercio crece al 5 %. La economía viene desacelerándose, no estamos creciendo a un ritmo importante en el país. Y el crecimiento de impuesto de industria y comercio refleja eso en Barranquilla al ser un crecimiento aceptable pero bajo, teniendo en cuenta que apenas supera el crecimiento inflacionario”, aseguró. 

Para él ha habido un esfuerzo muy importante de los barranquilleros para financiar unas inversiones en unos periodos de desaceleración de la economía, ya que estamos en una época en la que, según dijo, muchos expertos coinciden que habrá una desaceleración mundial de la economía. “Pero estas inversiones reactivan la economía en Barranquilla y puede ser esto una explicación de porqué el desempleo en Barranquilla es tan bajo”, señaló.

Fernández destacó también la importancia de plantearse escenarios negativos y desde ya prepararse para ellos si la desaceleración económica sigue en aumento. “¿Qué tiene que hacer Barranquilla para mantener estos niveles de inversión sin que entre en una crisis o llegue a entrar en dificultades? Pero además, ¿cómo logramos que esas inversiones se destinen a aquello que tiene más rentabilidad?”, cuestionó.

El también exdirector de Transmetro, hizo hincapié en que las próximas administraciones deben darle relevancia al transporte público y articulado entre la ciudad y los distintos municipios vecinos como una de las inversiones en las cuales se base el desarrollo de la ciudad para así mejorar la calidad de vida a sus habitantes.

Finalmente, Payares destacó la importancia del sector privado como un ente necesario en todas las economías y que propicia el crecimiento de las mismas. “El sector privado es uno de los elementos críticos respecto a la interacción y el crecimiento de cualquier ciudad. Para poder hablar de financiamiento del desarrollo urbano tenemos que combinar el desarrollo y las decisiones que tome el sector público y básicamente esa sinergia que tiene que existir respecto a las inversiones privadas. Porque nosotros como sociedad civil podemos aportar pero las grandes inversiones que pueden hacer empresas privadas pueden incidir en el crecimiento urbano de una ciudad y un territorio y son fundamentales”, puntualizó.

Por Edwin Caicedo Ucros

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