Tender puente entre las ciencias y los medios: tarea pendiente de docentes y periodistas

Ofrecer un análisis de la labor del periodista, la lógica del ciclo de las noticias y cómo una investigación científica termina convertida en piezas de divulgación fueron algunos de los principales objetivos del taller “Voceros de divulgación de la ciencia”, realizado el 16 de julio por Pablo Correa, periodista científico del diario El Espectador, quien compartió con docentes y funcionarios de Uninorte su experiencia y visión del periodismo científico en el país.

“Los periodistas y los investigadores (docentes) tienen una gran tarea por delante: lograr tender un puente entre las ciencias que se producen en las universidades, el pensamiento científico y los medios de comunicación en general, porque hasta que no se construya bien ese puente va a ser difícil que el pensamiento científico penetre en la sociedad”, puntualizó el conferencista durante la jornada organizada por la Dirección de Comunicaciones y Relaciones Públicas, y la Dirección de Gestión y Desarrollo Académico, en el Laboratorio de Aprendizaje Docente del Bloque k.

Para Correa, periodista especializado en salud, medio ambiente y ciencia, con quince años de experiencia en medios de comunicación, el pensamiento científico en el país y el Caribe colombiano es muy débil. A diferencia de países como Estados Unidos, donde hay revistas especializadas como Scientific American, con más de un siglo de existencia, en Colombia hay proyectos pequeños que apenas están empezando a nacer, como la Revista Intellecta de Uninorte o la Revista Pesquisa de la Javeriana. La sección de salud y ciencia en los medios de comunicación, señaló, “siguen siendo áreas cenicientas”.

“Es tan débil que ni siquiera las universidades, que deberían ser la casa de periodistas científicos, han descubierto que tienen que formar a sus comunicadores. En este momento en Colombia está la Universidad Nacional, que construyó una tradición a través de Unimedios, y Uninorte que tiene más de diez años con una oficina de comunicación seria, que ha educado a sus periodistas y a sus profesores; pero no es lo común en el país”, afirmó.

Advirtió que muchas veces un profesor universitario que tiene una línea de investigación o un área de trabajo, que en teoría tiene un impacto social, se queda encerrado en la academia y su impacto se minimiza. Caso contrario es cuando logra expandirse a través de un área de comunicación y su impacto logra verse.

“Un ejemplo claro es la investigadora en Unimagdalena, Sandra Vilardy, quien está concentrada en trabajar en la Ciénaga. Ella era solo conocida en una comunidad hasta que logró conectarse con los medios y empezó a tener casi un rol político, en el sentido de impacto social, y ese conocimiento comienza a ayudar a esa comunidad. Eso es lo más importante”, concluyó Correa.

Por José Luis Rodríguez R.