Un concierto con el sabor de la música que se hace en Uninorte

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Un concierto lleno de emotividad que cautivó a todos los asistentes, testigos de las destrezas de los estudiantes del programa de Música.

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18 mar 2016

Cientos de asistentes se congregaron ayer en el Coliseo Los Fundadores para disfrutar de "Los sonidos de Latinoamérica", el concierto que hizo parte de la celebración de los 50 años de la Universidad del Norte en el marco de Cátedra Europa.

El repertorio exaltó desde la música clásica, pasando por el rock, la ranchera, el bolero, la música popular, hasta llegar a los ritmos tradicionales del Caribe, entre otros. "Lo que ustedes escucharán esta noche es el claro reflejo de esta mágica fusión que es solo posible en el Caribe", manifestó Julián Navarro, director del departamento de Música de la universidad, durante el discurso de apertura de este evento que alternó entre música clásica, rock, vallenato, ranchera, bolero, música popular y del Caribe. 

Por espacio de casi dos horas, el público pudo recorrer distintos países latinos gracias a las interpretaciones y voces de 57 artistas, entre estudiantes profesores y egresados, quienes venían trabajando desde hace ocho meses para ajustar cada detalle de los 11 temas que incluyó la selección musical.

 

El espectáculo arrancó con ‘La comparsa', obra del compositor cubano Ernesto Lecuona, que contó con la participación del egresado Julián Villareal en el piano y los sonidos de los instrumentos de viento, cuerda y percusión de la Orquesta del Departamento de Música de la universidad, dirigidos por José Miguel Vargas Rojas.
 

Con "La comparsa", del compositor cubano Ernesto Lecuona, dio inicio el concierto de aniversario.

 

El concierto siguió con los sonidos del tango argentino, con la canción ‘El día que me quieras', de Carlos Gardel, interpretada por el solista Ricardo Viloria. Posteriormente, los asistentes disfrutaron de ‘Serenata en Chocontá', una creación musical clásica del colombiano Alejandro Tobar.

El turno luego fue para el tema brasileño ‘Mais que nada', del compositor Jorge Ben Jor. Esta rítmica canción fue interpretada con arreglos musicales hechos por el profesor Leopoldo Calderón, y contó con la participación de la solista Luz del Mar Cárdenas; la joven fue acompañada por ocho estudiantes del programa de música que con sus armoniosas voces hicieron el coro distintivo de esta canción.


Brasil se hizo presente con la canción "Mais que nada", de Jorge Ben Jor.

 

La música de los llanos también tuvo su representación con la composición del venezolano Simón Díaz titulada ‘El becerrito', esta canción fue interpretada en la potente voz de la solista Diana Rubio. Al bajar del escenario la joven intentó explicar lo que sintió durante su presentación: "Realmente no puedo describirlo, fueron tantas noches de tanta dedicación y tanto amor y el resultado fue fenomenal. Me siento muy bien", manifestó la joven.

 


La canción "El becerrito", del músico Simón Díaz, sonó en representación de Venezuela.

 

Los ritmos de Cuba se escucharon nuevamente con una muestra de bolero son en la canción ‘Lágrimas negras', del músico y compositor Miguel Matamoros. La animada presentación de la solista Susan Díaz en compañía del coro, hizo aplaudir y cantar a los presentes.


El clásico "Lágrimas negras", del cubano Miguel Matamoros, pero que muchos artistas de todo el mundo han interpretado, cautivó al público, que cantó a viva voz.

 

Violines, violas y demás instrumentos de cuerda se destacaron durante la pieza ‘Bachiana Brasileira Nº 5', del compositor brasileño Heitor Villa-Lobos. Este tema tuvo la participación de los egresados Andrés Arcila, en la guitarra clásica y la soprano Angie Bula, quien encantó con su interpretación lírica.

"Cuando estaba cantando tenía los ojos cerrados, estaba muy concentrada tratando de que todos sintieran lo mismo que yo. De verdad fue un placer cantar en este evento. Estoy muy contenta con el resultado que fue muchísimo mejor de lo que todos esperábamos", dijo la joven al descender del escenario.

El recorrido latinoamericano continuó en México, con la conocida canción ‘La bikina', de Rubén Fuentes. El solista Carlos John hizo corear y aplaudir al público gracias a su contundente presentación.


"La bikina", tema del mexicano Rubén Fuentes, fue la encargada de engalanar el mariachi del país azteca.

 

Luego la caja, la guacharaca y el acordeón se tomaron el escenario para invadir el coliseo con los sonidos de la puya. El profesor Leonardo Millán y su estudiante Ildelfonso Solano se encargaron de desprender las notas musicales a sus acordeones, que por momentos parecía que estos instrumentos hablaban entre ellos, durante la canción ‘Déjala venir' del compositor Nafer Durán. 


El vallenato colombiano también dijo presente. "Déjala venir", del compositor Nafer Durán, una puya que animó a más de uno.

 

Antes de finalizar el evento, el rock en español sonó fuertemente gracias a ‘Mariposa technicolor", del argentino Fito Páez. Dos guitarras eléctricas, bajo, batería y los instrumentos de cuerda clásicos acompañaron la voz del solista Gerardo Zuluaga. En esta presentación dos grandes pantallas ubicadas en la parte superior del escenario proyectaban rápidamente fotografías que por sí solas hablaban de la historia y el crecimiento de la Universidad del Norte.


No podia faltar el rock. "Mariposa technicolor", que imortalizó el argentino Fito Páez, marcó el clímax de un concierto maravilloso de principio a fin.

 

Finalmente, este viaje por los sonidos más representativos terminó con algo más cercano: el porro, con el tema de Víctor Manuel Vargas ‘Atlántico', en el que subieron a escena  todos los interpretes que hicieron posible este evento musical que permitió celebrar tanto los 50 años de la universidad, como al talento que en ella se forma.

Julián Navarro director del Departamento de Música expresó su opinión al finalizar el evento y se refirió a la labor realizada tanto por los estudiantes como por los profesores en el mismo. "Me parece que pudimos resumir todo lo que hemos estado haciendo desde hace seis años, que es consolidar un departamento que tiene diferentes tendencias y estilos de música, con un material humano impresionante, porque el músico del Caribe es tremendamente versátil", afirmó. 

Por María Margarita Mendoza

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