Una semana para desarrollar pensamiento crítico en torno a la ciencia política

La VI Semana de Ciencia Política y Relaciones Internacionales es organizada del 30 de septiembre al 2 de octubre por el departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales.

Semanadelacienciapolítica2019.jpg
Camilo Vargas, coordinador del observatorio político de la MOE, durante su intervención junto a los profesores Janiel Melamed y Ángel Tuirán (centro).

Por:

02 oct 2019

La VI Semana de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, organizada del 30 de septiembre al 2 de octubre por el departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales, es un espacio en el que estudiantes y el público en general reflexionan alrededor de la interacción de ambas disciplinas con las dinámicas locales, nacionales y el contexto internacional, y discutiendo temas coyunturales y estructurales.

Este año, además, la Universidad del Norte es sede del VI Congreso de la Red Nacional de Relaciones Internacionales (RedIntercol, del 2 al 4 de octubre) que, desde su primera edición celebrada (2009) en esta alma máter, se ha convertido en el principal foro de reunión y discusión académica en el campo de las relaciones internacionales del país.

Silvia Gloria de Vivo, decana de la División de Derecho, Ciencia Política y Relaciones Internacionales, invitó a los estudiantes a participar de los eventos y destacó la importancia de ser testigos y participantes del análisis y el debate de ideas.

“Lo que nosotros intentamos con estos espacios es que ustedes no traguen entero. Que escuchen las discusiones, vean diferentes perspectivas y puedan tomar partido críticamente de todo lo que les llega. Dense este espacio para construir su propia versión de lo que está pasando en el país, la política, la economía y la sociedad. Por eso me alegra que estén aquí”, expresó la decana en el auditorio.

Elecciones y clientelismo

Durante el primer panel, celebrado el 30 de septiembre, Camilo Vargas, coordinador del observatorio político y electoral de la Misión de Observación Electoral (MOE); y Ángel Tuirán Sarmiento, director del departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de Uninorte, dialogaron sobre el fenómeno del clientelismo en las elecciones, bajo la moderación de Janiel Melamed, docente del departamento.

Su coloquio permitió desglosar conceptualmente el fenómeno, el cual fue definido como “una forma de tranzar bienes públicos por apoyo y lealtades electorales”; pasando por una radiografía nacional, detallando debilidades del sistema político electoral y destacando los avances y la visión institucional.

“Hay una característica del sistema político electoral que está detrás del clientelismo y la corrupción. En la MOE lo resumimos como la falta de responsabilidad, tanto de los actores que están dentro del sistema electoral como de las instituciones. Una falta de responsabilidad en cuatro niveles”, señaló Vargas.

El primero se enfoca en una incompetencia del Consejo Nacional Electoral (CNE), tratando de controlar 117 mil campañas electorales sin autonomía administrativa ni financiera, mientras la Registraduría, encargado de la logística electoral, “tiene todo el poder”. Un segundo nivel detalla que hay demasiados partidos políticos (17), porque los filtros para establecerlos no funcionan bien, y un tercero pone la lupa en que no hay responsabilidad política del sector privado, pues nadie controla cuánto dinero se mete en las campañas ni de dónde viene.

En cuarto lugar, Vargas habló de la ciudadanía, la cual "se presta muy fácil" para vender el voto o para no votar, lo que es una forma de “entregarle en bandeja de plata las elecciones a quienes compran el voto”.

“Se está avanzando en el campo penal. Poco a poco el hueco que tiene el CNE por su incapacidad para controlar las elecciones lo va llenando la Fiscalía. En 2011 le dio a la Fiscalía el mandato de tener fiscales electorales. En 2014 crearon un eje temático de delitos electorales. De 2015 a 2018 hemos capacitado a los fiscales de cómo se ven los delitos electorales y cómo investigarlos. Eso permitió que en 2015 tuviéramos 50 candidatos capturados antes de las elecciones. Permitió que capturaran en 2018 a una senadora electa el día de las elecciones”, argumentó el coordinador.

Democracia y optimismo

 
Iván Velásquez habló sobre el funcionamiento del sistema judicial en Colombia y Guatemala.

Iván Velásquez Gómez, comisionado Internacional contra la Impunidad en Guatemala, fue el encargado de abrir la jornada del martes, 1 de octubre, con su ponencia ‘Democracia, estado de derecho y justicia’.

Con el fin de explicar la relación existente entre justicia, estado de derecho y democracia, el magistrado definió y analizó cada uno de los términos. Además, con datos precisos, se encargó de demostrar el apoyo que recibe la democracia en Latinoamérica, específicamente en Colombia y Guatemala.

“El apoyo de la democracia en Colombia pasó del 58 % al 54 % entre 2017 y 2018. Mientras en Guatemala disminuyó del 36 % al 28 % en el mismo periodo. Esto demuestra que las personas están perdiendo el interés y la credibilidad en esta práctica política”, señaló Velásquez.

Así mismo, el ponente enfatizó que hay un desencanto con la democracia debido a la corrupción que existe en las instituciones gubernamentales. Según datos del Latinobarómetro, ofrecidos por el comisionado, en Colombia la aprobación del Gobierno es del 35 %, mientras que la del Congreso equivale al 20 %. Por su parte, Guatemala tiene una aprobación del 25 % en su Gobierno y de un 17% en el Congreso.

“El deficiente funcionamiento del sistema de justicia, que no actúa frente al poder, hace perder la confianza ciudadana en las instituciones en cuanto genera mayor desinterés en los asuntos públicos […] Este lesiona la democracia porque afecta la decisión de cada ciudadano a la hora de elegir activamente a su representante”, expresó Velásquez.

No obstante, el comisionado finalizó la conferencia demostrando su optimismo ante la situación. “Cuando se lucha en serio contra la impunidad del poder, cuando la justicia actúa sin privilegios haciendo vigente aquel principio de que ‘nadie está por encima de la ley’, se produce un optimismo democrático que empieza a reconciliar a la ciudadanía con el sistema de justicia”, concluyó Iván Velásquez.

Por José Luis Rodríguez y Edgar Arroyo

Más noticias