

UN RECOMENDADO
"Hoy, para quienes trabajamos freelance, el reto no es solo encontrar dónde sentarnos, sino crear el tipo de rutina que alimente nuestras ideas, sin que eso implique romper el bolsillo."
Trabajar desde casa suena ideal, hasta que falta la luz o la rutina agota. Frente a imprevistos, muchos freelancers deben decidir entre un café o un coworking. La elección va más allá del presupuesto: es una búsqueda de concentración, flexibilidad y bienestar. Porque para quienes trabajan por proyectos, el espacio importa tanto como la idea, y la libertad también implica saber dónde seguir creando.
Así que, sin luz y con una entrega encima, me hice una pregunta que no supe responder con total honestidad:¿qué me implica ir a un café y qué me implica ir a un coworking?
Hice lo propio: busqué opciones, hablé con gente que los frecuenta y comparé costos. Porque esta decisión puede ser más de bolsillo que de romanticismo freelance.
Hagamos un ejercicio básico para entender qué estamos negociando al momento de salir de casa a trabajar en términos de precio/calidad. Las preferencias, si bien son muy personales, hay elementos en común que todos los que salimos con un compu a trabajar buscamos: concentración, buen internet y comodidad.
En ambos escenarios la salida de casa supone un gasto, el punto es encontrar cuál sería el más rentable para el bolsillo teniendo en cuenta las siguientes variables:
Espacio / Amenidad | Cafés | Coworking |
---|---|---|
Suscripción (Mensualidad) | No cobran | Día: $90.000 aprox / Mes: $700.000 COP aprox |
Comida | $25.000 aprox | Incluyen bebidas No incluye comida ($20.000 aprox) |
Transporte (Uber / Parqueo) | Depende: puede ser a pie O $10.000 aprox |
Depende: puede ser a pie O $10.000 aprox |
Enchufes | Depende al que vayas | Sí |
Velocidad de internet | Baja | Alta |
Baños | Depende al que vayas | Sí |
Mobiliario | Depende al que vayas | Ergonómico |
Eventos | No | Sí (según programación) |
TOTAL (día) | $35.000 COP (aprox) | $53.333 COP (calculado por mensualidad) |
Las formas de trabajo están cambiando. Es vital reconocerlo, incorporarlo y crear más espacios para que estas nuevas modalidades de empleo puedan sostenerse. Lugares a los que no solo accedan quienes tienen ingresos fijos, sino también quienes trabajamos por proyectos, valoramos la movilidad, networking y aportamos con nuestro trabajo a la construcción de ciudad. Ojalá el mercado nos ofrezca más hogares. Y que lo que generamos al mes sea suficiente para elegir, sin miedo, cualquier espacio.