¿Qué piensan nuestros estudiantes sobre el Fraude? 
Los estudiantes representantes nos comparten sus reflexiones al respecto:

 

Desde joven tenía miedo al fraude “¿y si me descubren?” o “¿y si lo hago mal y se dan cuenta?” a tal punto que jamás llegué a hacerlo. En la Universidad me jactaba de nunca haberlo cometido, sin embargo, siendo miembro del consejo y gracias a mi experiencia en esto pude darme cuenta de que mis razones para no cometerlo no eran las correctas, debemos pensar en “está mal, no debo” o “Trae consecuencias porque está mal”. La vida universitaria y la vida en Uninorte, son una versión en “miniatura” del mundo exterior y la realidad, una infracción es una infracción y un delito es un delito, traen consecuencias; si queremos llegar a ser ciudadanos correctos, debemos empezar desde aquí, desde nuestra etapa de estudiantes universitarios, no dejemos que el fraude manche nuestro recorrido.

~ Arsolis Cermeño Ledesma

 Representante estudiantil ante el Consejo Académico.

 

 

Una de las características más distintivas de la vida universitaria es la independencia. Cada quien es responsable de sí mismo.  Por eso en parte, el fraude es un secreto a voces. Los estudiantes sospechamos de cuando ocurre, incluso a veces percibimos con cercanía el comportamiento inapropiado pero al final del día no hacemos nada. Esa inacción no la juzgo. En la ecuación entran en juego varios factores, entre ellos la presión de grupo. Nadie quiere ser el soplón, ni mucho menos ganarse un enemigo. Nos limitamos a la máxima: cada quien es responsable de sí mismo, por sus actos y decisiones. A nivel general, creo que todos reconocemos el problema. Desde un principio nos queda claro que es una práctica amoral e inapropiada  pero  en mi opinión, para quien toma la iniciativa de cometer fraude, esa línea moral se va diluyendo conforme queda en evidencia la ineficacia en la detección de su mal comportamiento. En pocas palabras, generan un espejismo que los hace concluir que el riesgo vale la pena. Para nadie es un secreto que este tema tiene muchas aristas, e incluso percepciones que pueden diferir. Por eso cierro con esta pregunta ¿Perciben los docentes y los estudiantes la práctica del fraude en la misma proporción? 

~ Jorge Luis Paternina Montiel

 Representante estudiantil ante el Consejo Directivo.

 

 

Cuando se habla de fraude académico, me hace pensar en tres aspectos, primero, en la honestidad, valor que como persona se debe poseer y construir, generando confianza en sí mismo y por ende de los demás hacia mi. El fraude no es más que faltar a la verdad y a la justicia, es engañarse y crear obstáculos que a futuro pueden convertirse en un impedimento hacia la apertura de oportunidades. Segundo, es faltar a la ética, perdiendo de esta manera credibilidad y respeto como persona y como profesional. Y por último, se podría considerar como la poca capacidad de resiliencia frente a la frustración ante las dificultades, al no buscar alternativas viables de solución para alcanzar la excelencia académica a través del esfuerzo, la dedicación y el compromiso con el propio futuro.

~ Marilyn Anturi Linero

 Representante estudiantil ante el Consejo Directivo.