Un análisis al desempeño académico e impacto de los becarios Ser Pilo Paga

En una conferencia organizada por el Instituto de Estudios Económicos del Caribe (IEEC), en alianza con el departamento de Economía, se presentaron algunos adelantos del trabajo de investigación titulado El éxito de los pilos: un estudio de caso, coescrito por el rector de la Universidad del Norte y doctor en Economía, Adolfo Meisel Roca, y la asistente de investigación y magíster en Economía, Angela Granger Serrano.

El proyecto gubernamental Ser Pilo Paga (SPP) fue creado por el Ministerio de Educación Nacional a finales del año 2014, cuyo objetivo era reducir la brecha de desigualdad en el acceso a la educación superior de calidad. Entre 2015 y 2018, el programa permitió el ingreso de 40.000 estudiantes de bajos recursos a universidades de excelencia y, en particular, a algunas universidades privadas tradicionalmente de élite. Durante este período, Uninorte admitió a 4.141 estudiantes SPP, convirtiéndose en la universidad colombiana que recibió la mayor cantidad de becarios. 

Este estudio examina el desempeño académico de los becarios SPP y su impacto sobre el resto de la población estudiantil en Uninorte (estudiantes con becas institucionales y no becados), utilizando como fuente de datos los registros administrativos de los estudiantes de primer ingreso entre 2014 y 2018 que cursaron Cálculo I o Competencias Comunicativas I (asignaturas que ven la mayoría de los estudiantes), y los registros del Icfes. 

En ese sentido, Adolfo Meisel introdujo el estudio enlistando algunos de los antecedentes del programa e investigaciones previas. “Ser Pilo Paga tuvo gran impacto en las mejores universidades privadas del país, que representaron un 66% de las instituciones elegibles, y fueron en las que los estudiantes beneficiarios se inscribieron y matricularon mayoritariamente”. De acuerdo a la investigadora Londoño Vélez y asociados, esta situación responde a que los estudiantes percibieron las universidades privadas como generadoras de mayor valor agregado. 

El rector agregó que en Colombia hay baja cobertura universitaria y alta desigualdad de oportunidades en el acceso a la educación superior. “A pesar de los grandes avances logrados en la última década, solo uno de cada tres estudiantes que finaliza el bachillerato ingresa luego a la universidad, y los estudiantes de familias con mayores ingresos son los que acceden a instituciones de excelencia”. Frente a este contexto, SPP cambió la composición de la población estudiantil en algunas universidades de élite en Colombia. 

Evolución de la población estudiantil de primer ingreso en la Universidad del Norte (2011-2020).

Además de la diversificación de la población estudiantil, el rector destacó otros aspectos característicos del comportamiento de los becarios SPP, como el ingreso a la universidad con puntajes por encima de la media de los estudiantes sin ningún tipo de beca o una tasa de deserción que representa menos de la mitad del resto de la población. Sin embargo, el estudio también encontró que su desempeño académico es muy similar al de los estudiantes sin ningún tipo de financiamiento. 

Las estrategias empíricas usadas para estimar los resultados que arroja el estudio fueron tres: medir el desempeño académico de los estudiantes en las asignaturas Cálculo I y Competencias Comunicativas I, las externalidades sobre los estudiantes no becados y los resultados en las pruebas Saber Pro de las primeras generaciones de pilos. 

De los resultados relacionados a los determinantes de desempeño académico, la economista Angela Granger señaló, entre otros hallazgos, que “los estudiantes que tienen una beca con recursos de Uninorte o financiadas por empresas tuvieron un mejor promedio que el resto de los estudiantes al finalizar las dos asignaturas. Mientras que los pilos no tienen un desempeño estadísticamente diferente de los estudiantes no becados”. 

En cuanto a las externalidades, el estudio examinó cómo afectó ese cambio trascendental de compañeros a los estudiantes no becados. “Lo que encontramos es que ese porcentaje de becados SPP dentro de las materias tenía un efecto significativo y positivo en la nota esperada, es decir, los estudiantes de altos ingresos que tuvieron una mayor presencia de compañeros de clase SPP lograron mejores notas”, señaló la asistente de investigación de Uninorte.  

Y del análisis de los resultados en las pruebas Saber Pro se encontró que “a los becados Uninorte les va mejor, le siguen los estudiantes SPP y luego los estudiantes sin ninguna beca”. Y en contraste con los resultados en las pruebas Saber 11 de las tres poblaciones, se observa que la brecha entre becados y no becados disminuye al finalizar la universidad. 

Puntaje en las pruebas Saber Pro y Saber 11 por tipo de financiamiento.

Estos resultados muestran que los estudiantes de SPP no se rezagaron respecto a sus compañeros, que su presencia tuvo externalidades positivas sobre el desempeño académico de los estudiantes de ingresos más altos y que las primeras cohortes de becarios de SPP obtuvieron buenos resultados en las pruebas estandarizadas Saber Pro. Por lo tanto, los hallazgos encontrados en El éxito de los pilos: un estudio de caso, demuestran que este trabajo de investigación puede ser muy representativo de los resultados de programas similares a Ser Pilo Paga.

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Por María Fernanda Salgado