“Los arroyos en Barranquilla tienen solución“

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Humberto Avila, Fabian Anaya, Joachim Hahn, Jairo Parada, Pamela Flores y Carlos Javier Velazquez, los profesores que participaron en el Café Tertulia.

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27 may 2014

Aunque no se ha encontrado la fórmula efectiva para evitar las emergencias que año tras año se repiten con los arroyos en muchos sectores de Barranquilla, investigadores de la Universidad buscan soluciones oportunas que contribuyan a evitar tragedias y la paralización de la ciudad en las épocas de lluvia.

Algunos de ellos compartieron los avances de sus trabajos en una nueva versión del Café Tertulia, que se llevó a cabo el viernes 23 de mayo y organiza la Dirección de Investigación.

Una de las soluciones propuestas es la adopción de un sistema urbano de drenaje sostenible para reducir el caudal de los arroyos. Estos sistemas se enfocan en el manejo de las aguas desde el momento que la lluvia cae, el recorrido que hace, los componentes hidrológicos de almacenamiento, infiltración, canalización, hasta que llega a convertirse en arroyo.

Para Humberto Ávila, profesor de Ingeniería Civil y Ambiental y quien más ha investigado la problemática de los arroyos, la ciudad podría aprovechar y almacenar el agua que cae durante los aguaceros en los pozos que en otra época le servían a la gente para retenerla.

"Hace algunas décadas, cuando el servicio de agua era intermitente, se construyeron debajo de las casas de muchos barrios en Barranquilla pozos donde la gente almacenaba aguas lluvia para abastecerse. Ahora no se utilizan, pero de habilitarse reducirían entre un 10 y un 25% el caudal de los arroyos y su peligrosidad", dijo.

Ávila considera que en Barranquilla se viene avanzando en todo lo relacionado con el tratamiento de los arroyos. En este momento existe una dinámica muy importante, debido a que ya no se ve como algo sin solución. Ahora se buscan formas de mejorar la problemática.

Actualmente están ubicados nueve pluviómetros en diferentes partes de la ciudad, que permitirán saber en qué parte está lloviendo y con qué intensidad. Esto hace parte de un proyecto de la Universidad, que lidera el profesor Avila.

"Prácticamente toda la ciudad ya está cubierta. Se podrá monitorear también los caudales, de tal forma que podamos obtener información real de lo que está sucediendo y tener los modelos adecuados para sustentar los diseños y el sistema de alarma que se requiera implementar, tener la información medida real y no basarse solamente en datos teóricos. Esa información estará disponible en unos meses: a través de celulares o computadores las personas podrán ver dónde está lloviendo, y qué cantidad de agua está cayendo", explicó Ávila.

Por su parte Pamela Flóres, profesora de Comunicación Social, señaló que en Barranquilla se desarrolló un imaginario de imposibilidad alrededor de los arroyos. Todo el mundo creció pensando y diciendo que los arroyos no se podían arreglar, por lo que aprendieron a vivir con ellos, como si fueran parte de la ciudad. Esto ha conllevado a que la problemática se haya vuelto cada vez peor.

Carlos Velásquez, director del Programa de Derecho, considera que el problema no inicia en Barranquilla, sino en las cuencas. "Si en Barranquilla no entendemos que el problema del drenaje urbano arranca con una buena ordenación de cuencas nunca habrá solución como tal", afirmó Velásquez.

Por José Cuadrado Doria

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