“Las Mujeres en la Guerra“: historias sobre los protagonistas del conflicto armado en Colombia

El encuentro académico, dirigido a docentes y estudiantes de comunicación social y periodismo, generó reflexiones alrededor del libro de la periodista Patricia Lara. Se destacaron aspectos sociales que siguen marcados en la historia de la violencia colombiana.

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Pamela Flores y Patricia Lara durante el conversatorio.

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01 dic 2021

Y aunque la guerra siempre ha sido un asunto de hombres, en Colombia no podemos desestimar el papel histórico de Las Mujeres en la Guerra, así lo mencionó la periodista y autora del libro que protagonizó las reflexiones entre docentes, estudiantes y público en general en Uninorte. Patricia Lara, premio nacional de periodismo en 1994, conversó con la investigadora del Foro de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Norte, Pamela Flores.

Unos 21 años después, luego de un proceso de paz, se retomó la conversación alrededor de las historias de violencia consignados en el libro Las Mujeres en la Guerra. En el espacio se dialogó también sobre la delgada línea entre víctimas y victimarios, así como los retos y las posibilidades que trae consigo recorrer los caminos de la verdad y la reconciliación, desde las diferentes voces y puntos de vista de los protagonistas de la guerra.

“Algo que me pareció particularmente interesante del libro y es esa perspectiva femenina que hay, donde tú hablas desde la introducción y, a lo largo de los capítulos, la guerra es un asunto de hombres”, señaló la docente Flores. A este planteamiento, la periodista respondió que no hay que adentrarse mucho en la psicología, sino poner la mirada en las estadísticas, siendo que estas señalan que el porcentaje de mujeres asesinadas en la guerra es muchísimo menor al de los hombres, al igual que el porcentaje de presas en las cárceles.

“Mientras que los hombres hacen la guerra, las mujeres se quedan ocupándose de la vida de los hijos, del hogar, entonces creo que son dos perspectivas muy distintas”, enfatizó Lara, destacando que ser hija y madre es una de las percepciones que se abordan desde las historias que narra el libro, e enfatizando sobre el sufrimiento que padecen las madres de los guerreros.

Señaló además que las mujeres también tienen la culpa de la existencia y prevalencia de los guerreros, en la medida que son quienes han criado a esos hijos que luego se convierten en guerreros y que no han sido descalificados nunca. De acuerdo con Lara, esto obedece a un tema cultural complicado porque si las mujeres, las madres y las esposas descalificaran más a los guerreros, estos quizá estuvieran mucho menos estimulados para hacer la guerra. “Pero las mujeres también nos dejamos deslumbrar por el poder de las armas”, destacó.

Sobre las mujeres que han sufridos los horrores de la guerra explicó que casi nada ha cambiado para ellas, luego de dos décadas, y que las historias allí recopiladas siguen dejando ver el dolor de las madres, esposas e hijas, a quienes el Estado colombiano, el Ejército y la Policía las mira "con desprecio o simplemente las olvida". Para ella, el que se efectuara un proceso de paz ha traído beneficios, pero de ahí a que esos beneficios sean sentidos por las víctimas falta mucho camino por recorrer. Cuando el conversatorio tocó ‘la delgada línea entre víctima y victimarios’, la escritora colombiana habló sobre el maltrato familiar, como uno de los factores importantes dentro de las causas de la violencia.

“Eso no lo ven los políticos, los presidentes, los legisladores y mientras ese núcleo generador de violencia no se solucione, es muy difícil controlarlo porque puede explotar por cualquier lado”, manifestó Lara, refiriéndose al hecho de que al estar en contacto con hombres desmovilizados, muchos explicaron haber entrado a estos grupos huyendo de la violencia en sus hogares.

La periodista y escritora del Libro Mujeres en la Guerra, que el año pasado tuvo una edición conmemorativa en la que actualizaron algunas entrevistas y, además, fue introducida una nueva historia, agradeció la oportunidad de dialogar con todos los asistentes, quienes pudieron al final hacer preguntas y aportes a la conversación académica. Por último, Patricia Lara resaltó la importancia de establecer un vínculo entre los medios de comunicación, los políticos, empresarios y los jóvenes.

“Casi siempre los primeros van por un lado y los jóvenes van por otro. Eso es gravísimo, hasta el punto que los graduamos de delincuentes. Por eso, nuestro deber es sintonizarnos con la juventud, abrirles las puertas para que puedan expresarse y no tengan que recurrir a la violencia”, concluyó.

Patricia en 1994 fundó, con el periodista español Juan Tomás de Salas, la revista Cambio16 Colombia, que más tarde se transformó en la revista Cambio. Actualmente escribe una columna semanal en El Espectador y otra en El País, de Cali.

Por Katheryn Meléndez Solano.

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