Claves y retos de una educación pensada en la libertad y el desarrollo socioemocional en la niñez

El IESE y el grupo de investigación Cognición y Educación lideraron el Seminario de Educación e Infancia, cuya novena edición fue planteada bajo el contexto de los ODS y abordó temáticas relacionadas con la protección de la niñez y la educación infantil.

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Grupo de académicas durante la primera fase del Seminario.

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29 oct 2021

En  el  marco  de  la  Cátedra  Europa  2021,  el  Instituto  de  Estudios  en  Educación  (IESE)  y el grupo de investigación Cognición y Educación de  la  Universidad del Norte lideraron el Seminario de Educación e Infancia. Un evento que en su novena edición fue planteado bajo el contexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y abordó temáticas relacionadas con la protección de la niñez y la educación infantil.

Durante el evento se intercambiaron perspectivas y experiencias significativas del contexto europeo y colombiano, enmarcado en la necesidad de garantizar una mejor niñez en el presente, para tener una mejor sociedad en el futuro. En este sentido, el Seminario se diseñó teniendo en cuenta tres enfoques principales: Políticas públicas para la protección de la niñez; Educación democrática y Desarrollo integral en la infancia.

El primer componente fue abordado por la Dra. Eileen Munro, profesora emérita de Política Social de La Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres y además autora del Informe Munro, un estudio que realizó para el Ministerio de Educación Inglés que permitió revisar el sistema educativo y la protección de la niñez en el país europeo. “Este espacio permitió llegar a reflexiones para repensar las instituciones educativas, especialmente la educación de la primera infancia y básica. Todo esto bajo la óptica de que en países como Colombia, con tantos problemas que afectan a la niñez, vale la pena que las escuelas se centren en darles una experiencia a los estudiantes que los empodere en sus derechos fundamentales para fortalecer sus aprendizajes, teniendo en cuenta el ambiente donde se desenvuelven”, destacó Juan David Parra, docente investigador del Instituto de Estudios en Educación, quien moderó la sesión de la primera jornada del evento.

Munro compartió la experiencia inglesa y mostró además cómo después de su investigación se derivaron una serie de principios y enseñanzas para mejorar la capacidad de las instituciones que protegen los derechos de la niñez. Su intervención se conectó con un panel de expertas nacionales en protección y educación infantil que permitió la participación de Elsa Escalante Barrios, coordinadora de la Maestría en Educación; Claudia Camacho, oficial de Educación del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia – UNICEF y Carolina Suárez, consultora de la firma Econometría Consultores.

En este panel, las expertas dialogaron sobre los actuales estándares educativos y la importancia de hacerlos más adaptativos y flexibles a la hora de evaluar. Además, se mencionó que la primera infancia no debe ser medida solo en términos de aprendizaje, sino en el desarrollo integral. “Debemos tomar la calidad en términos de un todo: desde la parte nutricional, emocional y de las relaciones de los niños. Cuando vemos a la calidad desde una perspectiva de protección, concebimos entonces que la infancia necesita un espacio donde sea un sujeto activo de derecho. Un elemento que se olvida es el empoderamiento del mismo niño en su autocuidado, en su participación y en su seguridad. En Colombia tenemos el reto de formar niños resilientes y darles la oportunidad para que ellos puedan verse a sí mismos y tomar sus propias decisiones”, mencionó Elsa Escalante, durante su participación en el panel.

100 años del modelo Summerhill

Entre tanto, la  Educación democrática, segundo eje temático del Seminario, fue abordada a partir de la Escuela Summerhill, que este año celebra su primer centenario en Inglaterra. Se trata de un modelo de educación democrática, que es considerado referencia en el mundo por su metodología libre e innovadora y que desafía al modelo tradicional.

En medio de un contexto global donde la estandarización educativa es la norma y se generan procesos curriculares y de evaluación que generalizan una serie de resultados de aprendizaje para todos los niños y niñas, muy enfocado hacia lo racional y cognitivo, este modelo implica una oportunidad para fortalecer las dimensiones socioafectivas en las escuelas de Colombia y Latinoamérica.


Henry Readhead, subdirector de la Escuela Summerhill, durante su exposición.

Para esto, la segunda sesión del Seminario contó con la participación de Zoë Neill Readhead, actual directora de la Escuela Summerhill e hija de Neil Summerhill, fundador del modelo, y Henry Readhead. subdirector de la institución. La participación de estos expertos, que además tienen el legado directo del modelo educativo, permitió visibilizar las posibilidades reales de comenzar a pensar en modelos educativos democráticos que faciliten el libre desarrollo de la niñez en Colombia.

“Implementar un modelo educativo con las características de la Escuela Summerhill implica no solo una voluntad por parte de un equipo que debe estar además muy preparado en la filosofía de Summerhill, sino también que la sociedad esté dispuesta a apoyar este tipo de iniciativas. Todo esto parte de una concepción de la niñez, de lo que significa ser niño y de lo que debe implicar para el niño ese espacio de la escuela. Si esa concepción de niñez no cambia en la sociedad, es muy difícil que el modelo pueda ser implementado”, comentó Mauricio Herrón, profesor e investigador del Instituto de Estudios en Educación (IESE).

En efecto, durante su intervención, los expertos destacaron que el modelo Summerhill expone que lo más importante para el desarrollo de la niñez es que el niño pueda explorarla libremente. Esto incluye altas horas de juego, confianza en el niño y darle la libertad para que puedan elegir los momentos en los que desee realizar ciertas actividades. “El modelo comprende darle total libertad al niño y que él pueda, junto con el adulto, construir la escuela. Es decir, no existe una imposición sino que supone una participación activa en el sentido de justicia. Es una forma de vida escolar”, añadió el investigador del IESE.


Zoe Neill Readhead, directora de la Escuela Summerhill, durante su intervención.

En este sentido, Colombia es un país que a lo largo de los años ha estructurado su estilo de enseñanza a un modelo tradicional. De acuerdo a lo conversado durante el seminario por los expertos, es necesario para lograr ese cambio, promover una visión diferente de escuela y la niñez en la sociedad. Una manera de lograrlo es involucrando a los docentes y motivándolos a que le permitan a los niños y niñas elegir dentro del aula. Que ellos puedan sentir que están participando de forma activa y democrática, que son capaces de tomar decisiones sobre los contenidos que recibirán o las actividades que realizarán.

“Debemos velar porque nuestra niñez sea diferente, es decir, que las nuevas generaciones tengan un entorno protector y un entorno educativo diferente. Que cuando esas nuevas generaciones lleguen a una edad madura, donde sean miembros activos de la sociedad, tengan una serie de competencias no solo cognitivas sino sociales, morales y afectivas. Es necesario solucionar el problema del desarrollo integral de la niñez, para poder ver desarrollados esos objetivos de desarrollo sostenible bajo los que fue planteado nuestro Seminario”, concluyó el docente.

La Familia y la sociedad, actores clave

Finalmente, la Educación Social,  tercer eje temático del Seminario, fue abordado en un panel que contó con la participación de Vilma Riaño González, PhD. en Derecho y especialista en desarrollo de familia y Zulema Rodríguez Triana, PhD. En Desarrollo Familiar y Magíster en Educación.

Ambas ponentes, docentes de la Maestría en Pedagogía Social de Uninorte, se unieron en un diálogo junto a dos de sus maestrantes de último semestre: Sonia Ochoa, ingeniera industrial  e Isaura García, Psicóloga, que se desempeñan profesionalmente en instituciones sociales como el ICBF y la Universidad del Magdalena, desde las cuales al igual que sus docentes, dinamizan con familias y comunidades espacios de intervención socio educativa  que promueven el cuidado y la  protección de la Infancia

Este espacio estuvo moderado por Liliana Castro Álvarez, coordinadora académica de Maestría en Pedagogía Social e Intervención Educativa en Contextos Sociales de la Universidad del Norte.

Las expertas propiciaron un diálogo en torno a la protección de la niñez, desde la óptica de las instituciones sociales y cómo estas pueden garantizar que los niños y las niñas puedan tener un desarrollo integral. 

En efecto, coincidieron en afirmar que en Colombia son muchos los actores que trabajan activamente para impulsar la cultura del cuidado, respeto y protección a los infantes. Así lo confirmaron las experiencias significativas que tuvieron la oportunidad de socializar durante sus intervenciones. No obstante plantearon la importancia de buscar nuevas alternativas para fortalecer la atención a los niños y a las niñas, en el marco de los derechos, desde las familias y comunidades. “Se hace necesario que por parte de los actores vinculados a las distintas instituciones sociales, se desplieguen más intervenciones socio educativas que visibilicen a los niños y niñas como sujetos de derechos, que socialicen y hagan comprender los mecanismos para garantizar los derechos y las competencias institucionales que trabajan para garantizarlos. Pero que en especial, se apueste a derribar barreras culturales que limitan la plena participación de los infantes, de sus familias y comunidades”, mencionó Liliana Álvarez, coordinadora de la Maestría en Pedagogía Social. 

De la misma manera, las expertas manifestaron la idea de movilizar estrategias con enfoques territoriales y diferenciales, que puedan adaptarse a los entornos culturales que rodean a los niños y las niñas. En este sentido, que las propuestas socioeducativas que se planteen, sean la oportunidad para transformar los escenarios interviniendo desde los sentidos y significados de los infantes, sus familias y comunidades.  

“Los aportes de las panelistas validan la pertinencia que tiene la Maestría en Pedagogía Social en Intervención Educativa en Contextos Sociales, en la formación de educadores sociales que contribuyan al desarrollo armónico a nivel individual y colectivo, en los diferentes escenarios sociales; que para el caso que ocupa el panel, están representados en el familiar y comunitario donde se debe educar, cuidar y proteger a los infantes”, puntualizó la coordinadora de la Maestría. 

 

Por Lorena Torres Osorio

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