Colección de libros de Álvaro Cepeda Samudio es donada a la biblioteca

Teresa Manotas de Cepeda hizo la contribución a la Universidad, con cerca de 1645 títulos y 1812 ejemplares que fortalecen el repertorio literario e histórico de las Colecciones Especiales.

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14 may 2021

Desde el primer semestre de este año parte de la biblioteca personal del escritor y periodista Álvaro Cepeda Samudio se podrá encontrar en la Biblioteca Karl C. Parrish Jr. Después de su muerte en 1972, su extensa colección literaria quedó en posesión de su familia, y su viuda, Teresa Manotas de Cepeda, conocida como Tita, quien decidió donarla a la Universidad del Norte, con el fin de que este patrimonio cultural e histórico sea aprovechado por la comunidad en general.

En ese sentido, luego de un proceso de recuperación y catalogación, la Biblioteca Karl C. Parrish Jr. incluirá con esta colección cerca de 1645 títulos y 1812 ejemplares que llegan a fortalecer el repertorio literario e histórico local de sus Colecciones Especiales. Actualmente la Biblioteca cuenta con las recopilaciones de personajes como Alfonso Fuenmayor Campis, periodista y político colombiano; Carlos Angulo Valdés, reconocido arqueólogo y docente de la Universidad del Norte; o Ramón Illán Bacca, escritor y profesor de Uninorte, quien donó parte de su colección personal conformada por 100 ejemplares, principalmente de literatura.

“Esto es una magnífica noticia para la Universidad, estamos muy complacidos. Esta es una donación muy importante que tiene un valor adicional enorme, pues es la obra de uno de los escritores más importantes del Caribe, figura emblemática, motor y corazón del Grupo de Barranquilla”, puntualizó el rector Adolfo Meisel Roca.  

Desde 2020, Teresa Manotas de Cepeda y su asistente trabajaron en el inventario de la donación, mientras mantenía contacto permanente con el rector y Sandra Álvarez, directora de la Biblioteca. A finales de febrero de este año, la directora y dos auxiliares fueron hasta el apartamento de Tita para recibir la donación, conformada, en su mayoría, por libros de literatura, arte, cine y algunos de historia. Varias obras están escritas en original, adquiridas por Álvaro Cepeda y Tita en sus viajes al exterior.


El rector Adolfo Meisel y Sandra Álvarez, directora de la Biblioteca, revisan detalles de las obras.

Álvaro Cepeda Samudio tenía una sólida educación en Literatura, adquirida en el Colegio Americano de Barranquilla, donde estudio a García Lorca y a los clásicos de la edad de oro Española. El escritor barranquillero tiene una marcada influencia por las corrientes literarias norteamericanas del nuevo periodismo, autores que leyó cuando estuvo en Estados Unidos en 1949, estudiando en la Universidad de Michigan College, East Lansing, Columbia University. Allá se nutrió de autores como William Faulkner, Truman Capote, John Steinbeck, James Joyce, Skine Cadwell, y T.S. Eliot. 

“Compiló en su arte, su personalidad y en la manera cómo vivió toda una enorme esencia de lo que significa ser caribe. Fue periodista, escritor, cineasta, cinéfilo, un gran amigo de sus amigos, un enorme mamador de gallo y una persona tremendamente creativa que se sabía muy bueno en muchas artes y labores”, señala Alfredo Sabbagh, docente del departamento de Comunicación Social y Periodismo, especialista en Gerencia y Gestión Cultural y magíster en Comunicación Social.

Cepeda Samudio fue director del Diario del Caribe, uno de los gestores fundamentales de los salones nacionales de artistas en Colombia y un importante miembro de juntas directivas y consultivas en las empresas de los Santo Domingo. Para Sabbagh, el mito sobrepasa al hombre. Destaca la velocidad con la que vivió el escritor y periodista, pero, sobre todo, el “don de gente maravilloso” que siempre le acompañaba.

“Cuando él empezaba a hablar encantaba a quienes le escuchaban y terminaban siendo sus grandes cómplices, por ejemplo, sus aventuras cinematográficas haciendo La Langosta Azul. Pero esa creatividad y ese espíritu desenfrenado no le quitaban nada de rigor cuando ejercía su labor como periodista”, evoca el profesor.

Entre los muchos libros de la colección, están obras completas de William Shakespeare, en original; una serie de títulos de la Literatura Costumbrista Latinoamericana, de Tomás Carrasquilla, La marquesa de Yolombó, editado en 1928; Manuela, de Eugenio Díaz, de 1989; un libro conmemorativo de los 75 años del departamento del Atlántico, de Alfredo de la Espriella, una biblia ilustrada del año 1963 o Alturas de Machu Picchu, 1990, de Pablo Neruda, entre otros. También se encuentra “el gran cuadro con la fotografía de Álvaro Cepeda lo trabajó el gran pintor costeño Norman Mejía, quien atribuía a Álvaro Cepeda cualidades de un ser del espacio exterior, por eso los signos que pintó en la frente del retrato y el desfile de cabezas cósmicas a lo largo de la base  del cuadro”, aseguró Tita Cepeda.


Cuadro de Álvaro Cepeda hecho por el pintor costeño Norman Mejía.

“De cada libro hay que revisar en el inventario si el título está correcto, el  nombre del autor, si tiene alguna dedicatoria o si es autografiado. Por ejemplo, hay libros que tienen algún grado de deterioro importante (están empacados en bolsitas plásticas), entonces esos no se pueden manipular mucho porque aceleramos su deterioro (…) Además de las obras literarias y cinematográficas, Tita nos obsequió un cuadro de Álvaro Cepeda, una fotografía, del pintor Norman Mejía”, manifestó Sandra Álvarez quien indicó que el costo estimado de la colección es de aproximadamente 180 millones de pesos. 

Orlando Araujo Fontalvo, doctor en Literatura y magíster en Literatura Hispanoamericana, rememora al pensador barranquillero como una figura inquieta y vanguardista. “A Cepeda Samudio podemos definirlo como un escritor preocupado por asuntos como contar la historia de Colombia y de América Latina, que abordó desde diferentes frentes de producción cultural, como el periodismo, la literatura y el cine. Era una de las personalidades más inquietas del Grupo de Barranquilla”.

Respecto a sus obras, el docente e investigador de Uninorte indica que un rasgo característico de la literatura de Cepeda es su constante preocupación por la innovación y la forma. “Es uno de los grandes innovadores, no solamente de la literatura del Caribe, sino también de la literatura colombiana. Fue uno de los precursores de la transculturación narrativa y, junto a García Márquez, fue uno de los escritores que trajo el centro del campo literario desde Bogotá hasta Barranquilla”.

Desde una mirada más íntima, Araujo también señala que Cepeda Samudio no fue solamente aquel escritor revolucionario desde el punto de vista de la creación y la técnica narrativa, sino que también fue motor e inspiración para otros miembros del Grupo. “Era el hombre de las iniciativas, que soñaba con nuevos proyectos y trataba de sacarlos adelante. Un ser humano muy querido y cercano a todos. Sin duda, un personaje que quiebra los límites de su propia obra y se ha instalado en el imaginario del Caribe”.

Personalmente y, en nombre de la Fundación Gabo, Jaime Abello Banfi, su director general, felicita a Tita Manotas de Cepeda por su “acertada y generosa” decisión, e igualmente a la Universidad del Norte por su compromiso con la custodia, conservación y aprovechamiento académico y cultural de este tesoro bibliográfico.

“Los 1.800 libros donados, muchos de ellos anotados por su propietario y primer lector, son un valioso material de lectura e investigación para las nuevas generaciones, y una invitación a profundizar en el conocimiento y apropiación colectiva de la trayectoria vital y de la obra literaria y periodística de este gran autor y gestor cultural, que fue miembro fundamental del Grupo de Barranquilla, ese colectivo que unió por la amistad, el amor a la literatura y las artes y la expresión vital Caribe a personalidades tan sobresalientes como el propio “Nene” Cepeda, el nobel Gabriel García Márquez, Alejandro Obregón, Alfonso Fuenmayor y Germán Vargas, entre otros artistas y escritores cuyo legado merece ser reconocido, difundido y celebrado como seña de identidad cultural de nuestra ciudad y región ante el mundo”, expresa Banfi.

Ubicación de la colección    

De acuerdo con la directora, se planea bautizar una sala de la Biblioteca con el nombre de Álvaro Cepeda Samudio para resaltar toda la obra de esta colección. Este espacio estaría organizado de tal manera que los investigadores y estudiosos de la obra de Álvaro Cepeda, o interesados en conocer más de esta colección bibliográfica, puedan acercarse con todos los protocolos de bioseguridad y con cita previa.

“Normalmente estas salas de colecciones patrimoniales o especiales tienen  protocolos para el ingreso y la consulta, pues, como es material valioso y a veces son libros muy antiguos se requiere el uso de tapabocas, guantes y bata para manipular este material bibliográfico”, explicó Álvarez.

La Universidad del Norte, desde su Biblioteca Karl C. Parrish Jr., continúa trabajando para consolidarse como un repositorio del archivo histórico de Barranquilla y el Caribe colombiano. Por eso cuenta con una colección importante de documentos y archivos que han sido donados a través del tiempo y han sido pieza clave para la publicación de libros e investigaciones sobre el pasado de la capital del Atlántico.

 

Por José Luis Rodríguez R.

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