Estudio aporta lecciones para transformar el área metropolitana de B/quilla en una “biodiverciudad“

La investigación interdisciplinar, liderada por la docente Juanita Aldana, del departamento de Química y Biología, destaca porque una biodiverciudad debe enfocarse en el bienestar humano, evidenciando los aportes que la naturaleza de B/quilla brinda a sus habitantes.

Estudio ecosistema Juanita 4

Por:

21 sep 2022

Barranquilla es pionera en el propósito de convertirse en la primera 'biodiverciudad' de Colombia, el segundo país más biodiverso del mundo y un hecho que evidencia la importancia de reflexionar sobre el desarrollo sostenible de las urbes. Al mismo tiempo, es una Ciudad Emergente Sostenible, seleccionada por el Instituto de Tecnología de Zúrich de Suiza, en el marco de un proyecto de Findeter y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para promover el crecimiento de las ciudades alrededor del mundo.

Sin embargo, para que la capital del Atlántico tenga éxito en su objetivo de convertirse en una verdadera 'biodiverciudad', sus inversiones y esfuerzos deben comprender que la naturaleza contribuye al bienestar de las personas aún en sitios tan urbanizados como Barranquilla y que, por lo tanto, también deben priorizarse los ecosistemas naturales en su planificación. Así lo particulariza un reciente estudio interdisciplinar, liderado por la docente investigadora Juanita Aldana, del departamento de Química y Biología de la Universidad del Norte, junto a los académicos Julián Arellana e Ignacio Palomo, y la egresada del departamento de Ingeniería Industrial, Carrol Gómez.

El estudio define la biodiverciudad como aquella que incorpora la biodiversidad local y regional en su planificación como base para mantener el bienestar humano, restaurar y conservar sus ecosistemas, y fortalecer los vínculos entre las personas y la naturaleza. 

A través de 22 entrevistas y 400 encuestas, el estudio denominado Unpacking the complexity of nature´s contributions to human well-being: lessons to transform the Barranquilla Metropolitan Area into a BiodiverCity, publicado en el journal Ecosystems and People, evalúa las relaciones entre los ecosistemas y las personas en el área metropolitana de Barranquilla, brindando a su vez lecciones para su planificación como biodiverciudad.
 

            
     Mapa de la zona de estudio que muestra los ecosistemas presentes en el AMB.

“Este trabajo buscaba entender cómo las personas de Galapa, Puerto Colombia, Malambo, Soledad y Barranquilla perciben los aportes de la naturaleza en su bienestar, entendiéndose este a partir de cinco aspectos: seguridad, materiales básicos, salud, relaciones sociales y libertad de acción, y el análisis de cómo la naturaleza contribuye a ello”, puntualiza la profesora Juanita, doctora en Ecología.

Dicho aporte se valora desde los servicios de los ecosistemas: la provisión, como la pesca o la agricultura; la regulación, como el control de la erosión, la regulación hídrica o la fertilidad del suelo, y los servicios culturales que brinda la naturaleza, como la recreación o el turismo. El aporte de la naturaleza al bienestar también se analizó por medio de los valores relacionales, es decir, cuando las personas se relacionan de una forma no necesariamente utilitaria con la naturaleza.

La investigación evaluó la percepción de contribuciones positivas y negativas al bienestar humano de los distintos ecosistemas, la importancia y vulnerabilidad de múltiples servicios ecosistémicos y perjuicios, así como las relaciones entre estos y la influencia de los factores socioeconómicos en el bienestar. En ese sentido, las respuestas abiertas de la encuesta mostraron que los ecosistemas naturales, como los humedales, los manglares y el bosque seco tropical, eran los ecosistemas menos valorados. En cambio, los ecosistemas urbanos y periurbanos, como el río, las playas, los cultivos, el verde urbano e incluso los patios de las casas fueron los de mayor aprecio. En general, los servicios ecosistémicos de regulación fueron percibidos como los más críticos debido a su importancia y vulnerabilidad.



El estudio mostró que el bienestar humano no solo se explica por factores socioeconómicos como el ingreso y la educación, sino también por los servicios ecosistémicos. Estos resultados enfatizan la importancia de fortalecer los esfuerzos de conservación y restauración de los ecosistemas para mejorar las contribuciones de los ecosistemas a las personas.

“La gente reconoce mucho más los servicios de abastecimiento, que son los productos que se obtienen directamente de los ecosistemas, y, en menor medida,  los de regulación, aquellos que se obtienen de los procesos ecológicos y que se disfrutan de forma indirecta. Por ejemplo, la función que tienen los humedales para controlar la cantidad de agua y evitan inundaciones”, explica la docente.

             
 Percepción de las contribuciones positivas de los ecosistemas al bienestar humano.

¿Qué ecosistema es el más importante para los habitantes de Barranquilla? De acuerdo con el estudio, el río Magdalena. Otros ecosistemas significativos para los ciudadanos son los parques urbanos, las playas y las zonas de cultivo, y entre los que menos consideran que aportan a su bienestar están el bosque seco tropical, los manglares y los humedales.

“Eso es una evidencia de que las personas están alejadas de la naturaleza y no reconocen del todo los beneficios que esta aporta a su bienestar. Llama la atención el tema del bosque seco porque muchas personas lo identificaban como un ‘monte’, con una expresión peyorativa. Entonces vemos el desafío de conservar el bosque seco en un contexto donde la ciudadanía no reconoce que es un ecosistema que salvaguarda la biodiversidad, captura carbono, regula la temperatura y aporta a la mejor calidad del aire. Ahí tenemos un trabajo desde la educación muy importante, pero también desde la planificación urbana”, argumenta Juanita Aldana.

El estudio demuestra que una biodiverciudad, además de preocuparse por la biodiversidad, debe enfocarse en el bienestar humano, advirtiendo de los aportes que la naturaleza brinda para nuestro bienestar, la forma cómo nos relacionamos con ella y haciendo un llamado a los líderes locales para que tengan en cuenta en la planificación urbana los servicios de los ecosistemas del área metropolitana de Barranquilla.

Para leer el artículo investigativo, clic aquí.

[doi.org/10.1080/26395916.2022.2097477]

 

Por José Luis Rodríguez R.

Más noticias