Las vacunas y su largo rol en tu inmunización

Hugo Macareno, director científico del Centro de Investigación del Hospital Universidad del Norte, dialogó con Grupo Prensa sobre la importancia de las vacunas en la vida del ser humano, su funcionamiento y por qué toman tanto tiempo en desarrollarse.

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30 nov 2020

Con la llegada del fin de año, la maratón de los países por conseguir las vacunas contra la covid-19 comienza a recorrer el sendero de los esfuerzos logísticos para su entrega rápida y segura. Las primeras vacunas, producidas por Pfizer y BioNTech, llegarán a los hospitales británicos el 7 de diciembre, mientras Unicef acelera los planes de entrega a 92 países, con el apoyo de 350 organizaciones de logística.

El hallazgo de una vacuna efectiva contra el coronavirus se sumará a la lista de medicamentos que han ayudado a lo largo de la historia a solventar crisis sanitarias y económicas y, especialmente, frenar enfermedades potencialmente mortales. No hay duda de que, después del agua potable, las vacunas son probablemente el mayor avance de la humanidad en cuestión de salud pública, y la mejor forma de prevenir y reducir las enfermedades infecciosas.

Hugo Macareno, director científico del Centro de Investigación del Hospital Universidad del Norte (HUN), uno de los quince institutos del país donde se desarrolla el ensayo clínico de fase 3 ENSEMBLE de la vacuna candidata contra la covid-19, dialogó con Grupo Prensa sobre la importancia de las vacunas en la vida del ser humano, su funcionamiento y por qué toman tanto tiempo en desarrollarse.

“Seguimos en pandemia por no tener una vacuna para este virus, ese solo hecho es muy explicativo de la gran importancia que tienen. La mejor medicina es la prevención”, puntualizó el profesional de la salud, quien comprueba hoy con su equipo la eficacia del preparado de antígenos hecho por Janssen, compañía farmacéutica de Johnson & Johnson.

¿Qué son?

La Organización Mundial de la Salud define las vacunas como cualquier preparación destinada a generar inmunidad contra una enfermedad, estimulando la producción de anticuerpos. La clave aquí es que aprovecha la memoria de nuestro sistema inmunológico para prepararlo ante futuras infecciones. ¿Cómo lo hace? Con la inoculación de un germen muerto o inactivo, o un fragmento del mismo, que simula una infección en nuestro cuerpo y desencadena una reacción inmune.

De acuerdo con Macareno, nuestro organismo crea linfocitos (células inmunitarias) que memorizan al invasor y anticuerpos para cualquier ataque futuro del mismo. Es decir, se crean unas defensas específicas contra un tipo de microorganismo (virus o bacteria), por lo que, cada vez que este entra en contacto con nosotros, será fácilmente reconocido por esos anticuerpos previamente formados y atacado, evitando así la enfermedad o una complicación de la misma.

¿Cuándo vacunarse?

Aunque algunos crean que las vacunas pertenecen a la etapa de la niñez, lo cierto es que son para toda la población, porque las enfermedades no tienen límite de edad. Las hay por grupos etarios y de riesgo, pero la historia demostró que muchas vacunas es mejor inocularlas en edades tempranas. Por eso el esquema de inmunización en etapa pediátrica es tan amplio y numeroso. Sin embargo, a medida que va pasando la edad, aparecen nuevos riesgos o se va perdiendo parte de la memoria inmunológica creada por las vacunas en la infancia.

“Es ahí donde entran los famosos refuerzos de estas vacunas, o donde se aplican un nuevo grupo de vacunas para aquellos que tengan un nuevo riesgo de enfermedad. Por ejemplo, en las personas mayores de 60 años, un grupo de vacunas importantes es la del neumococo, que enfrenta una bacteria que produce la gran mayoría de neumonía adquirida en comunidad y que es la principal causa de muerte por enfermedad infecciosa en el mundo”, explicó Macareno.

¿Cómo se desarrollan?

En 1796, el médico inglés Edward Jenner, denominado ‘el padre de la inmunología’, realizó la primera vacunación de la historia: la vacuna contra el virus de la viruela. Fue un éxito al lograr la protección total de una población y la erradicación de una enfermedad. Entre 1930 y 1980 se aceleró la investigación y el desarrollo de las vacunas modernas contra enfermedades como el tétano, el sarampión, la poliomielitis, la tuberculosis, entre otras.

“Se crean a partir de material genético del virus, vectores virales, base de proteínas o modificación del virus para quitarle su poder de infección. Es decir, lo atenúan, es el mecanismo más antiguo”, agregó el director científico.

El desarrollo de una vacuna comienza con una investigación básica que define la estrategia a implementar, la cual puede ser por vacuna inactiva, usando una forma muerta del microbio sin destruir sus componentes; vacuna atenuada, usando una forma del microorganismo patógeno debilitado que no logra generar la enfermedad, o por vacuna subunidad, en la que se usan algunas moléculas principales que componen al microorganismo, producidas naturalmente o por biología molecular.

Definida la estrategia, se realizan ensayos preclínicos, para ver cómo se da la respuesta del virus en dos momentos: in vitro y en animales. Una vez aprobados los resultados, se procede a los ensayos clínicos con humanos y sus tres fases. En la 1 se trabaja con un grupo reducido para determinar su seguridad y dosis adecuada. En la fase 2 se garantiza que la vacuna sea efectiva en inducir una buena respuesta inmunológica, y en la 3 se hace el estudio con un número más grande de personas, usualmente de diferentes poblaciones. Algunas personas reciben la vacuna y otros (el grupo control) un placebo, con el fin de determinar si los vacunados se protegieron mejor que los del grupo control.

Una vez creada con éxito una vacuna, el grupo de investigación solicita la autorización oficial para su producción y distribución. Los organismos que aprueban y vigilan su producción son la Administración de Recursos y Alimentos en Estados Unidos (FDA), la Agencia Europea de Medicamento (EMA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

¿Tienen contraindicaciones?

Las vacunas con virus atenuado y vivo están contraindicadas para embarazadas, personas con el sistema inmunológico comprometido y casos particulares, diagnosticados por un profesional de la salud.

¿Cómo está Colombia en la carrera por la vacunas?

El Gobierno Nacional informó el 24 de noviembre que tiene aseguradas 20 millones de dosis de vacunas contra el coronavirus, pandemia que deja hasta el momento más de 1,2 millones de contagios y más de 35 mil muertos en el país.

El Ministerio de Salud indicó que estas vacunas se lograron a través de la iniciativa mundial COVAX, que busca garantizar el acceso a la eventual vacuna a los países en vías de desarrollo y lograr una distribución equitativa para generar una inmunización global contra la enfermedad. Con Colombia ya son más de 186 países los que se han unido para participar en la negociación con al menos 15 proyectos de desarrollo de biológicos, a los cuales les hace seguimiento la OMS, la Fundación Gates y el Instituto CEPI, entidades financiadoras.

“Se ha creado en el ambiente una falsa expectativa de que en uno o dos meses vamos a tener vacunas. Si bien la respuesta no es muy clara de cuándo va a ser, en menos de seis meses es improbable tenerlas acá. También hay que recordar que las primeras que lleguen son para población en riesgo de complicaciones y trabajadores del área de la salud” advirtió Macareno.

La nueva etapa de la llegada de las vacunas a los países abrirá la puerta a nuevas preguntas que el tiempo se encargará de responder, como por ejemplo, ¿cuánto tiempo va a demorar la inmunidad de las vacunas?

“Quiero decirles a las personas que lean este artículo que realmente aprovechen este momento como una oportunidad de darle solidaridad al mundo durante la pandemia, de brindar su grano de arena para una solución definitiva. Invito a toda la comunidad a ser parte de este o cualquier ensayo clínico, porque es la base de partida para tener más tecnologías o medicamentos de mejor calidad para atender cualquier tipo de enfermedad”, concluyó el doctor Hugo Macareno, director científico del Centro de Investigaciones del HUN.

Por José Luis Rodríguez R.

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