Paula Montoya recibe Mención Honorífica por su tesis doctoral en la UNAM

La investigación de la profesora del departamento de Física y Geociencias representa un cambio en el paradigma sobre cómo se formaron yacimientos minerales en México, que tiene implicaciones para la geología de todo el continente. El 18 de septiembre defendió su tesis para el doctorado en Ciencias de la Tierra.

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Paula Montoya, docente del departamento de Física y Geociencias. (Foto de archivo)

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29 sep 2020

El planeta es un conjunto de sistemas vivientes que diariamente se renuevan; estudiarlo a fondo nos permite entender los ciclos y procesos que en él se desarrollan, como el cambio climático, sismos, erupciones volcánicas y demás. Expertos como la profesora del departamento de Física y Geociencias, Paula Montoya, juegan un papel fundamental en la investigación y la educación en disciplinas como ciencias de la Tierra, que permite entender, predecir y preparar a la sociedad de cara a los cambios que se vienen a futuro. 

Durante 17 años, la docente se ha dedicado a estudiar yacimientos de minerales en el continente. Esta experiencia y dedicación han rendido sus frutos en varias ocasiones, más recientemente con su grado como doctora en Ciencias de la Tierra de la Universidad Autónoma de México. 

Su tesis doctoral se titula: Relación entre episodios tectono-magmático Cretácico Tardío - Oligoceno Temprano y el desarrollo de múltiples eventos mineralizantes de plata – oro en el distrito minero San Dimas, Sierra Madre Occidental, México. El trabajo fue nominado para la Medalla Alfonso Caso, premio en honor al importante arqueólogo mexicano, que se otorga a investigaciones destacadas. También fue nominada a los Premios FUNAM - BAL, otorgado a las mejores tesis de doctorado en Ciencias de la Tierra para yacimientos de UNAM. 

“Los hallazgos de la tesis no solo son de gran interés para contribuir en el entendimiento del origen de los yacimientos en la Sierra Madre Occidental (SMO) desde el punto de vista científico, sino también por sus implicaciones para la exploración minera”, señaló la docente. Los resultados del estudio representan un cambio de paradigmas respecto a lo que se conocía hasta la fecha. En la actualidad se tienen varios modelos concebidos sobre los yacimientos, los cuales fueron postulados desde los años 50 y se siguen usando hasta ahora. 

Un ejemplo de interpretaciones bajo estos modelos era el área que estudió Montoya, el distrito San Dimas en México, que se cataloga de talla mundial, no solo por el volumen de producción desde 1700 hasta nuestros días, sino también porque en él fueron descritos los clásicos sistemas epitermales —yacimientos ligados a proceso volcánicos, que ocurren cerca de la superficie y por tanto son de fácil explotación— que hoy día se conocen. El distrito se tenía concebido como un solo evento mineralizante, el cual se había desarrollado en un periodo de 10 millones de años. 

Mediante el análisis de muestras, reveló que la mineralización del distrito de San Dimas se desarrolló en tres diferentes periodos de tiempo, asociados genéticamente a diferentes pulsos magmáticos y tectónicos y no a un solo pulso como se tenía pensado. “Estos patrones de mineralización se repiten a los largo de todo el país y de hecho se puede comparar con la mayoría de yacimientos en Latinoamérica”, manifestó la docente. 

La investigación doctoral le tomó cuatro años, durante los cuales Montoya, becada por el gobierno mexicano, recorrió diferentes estados desde el centro hasta el norte del país nortemaericano, con el fin de entender los diferentes procesos que dan inferencia en el desarrollo de las mineralizaciones. En este recorrido desarrolló las claves para reproducir este procedimiento y a futuro la docente espera continuar la investigación de yacimientos tanto en Colombia como en Centro y Sur América.

Por Leonardo Carvajalino

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