Un llamado a la formación socioafectiva desde el aula, la familia y la comunidad

Estudiantes de quinto semestre de la Licenciatura en Pedagogía Infantil desarrollaron un ejercicio académico, en el marco de la coyuntura nacional, que abordó una problemática educativa y social clave para entender las más recientes manifestaciones de violencia en el país: el analfabetismo emocional.

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02 jul 2021

El sistema educativo colombiano a lo largo de los años ha tenido reformas que impulsaron, de manera general, el mejoramiento de la calidad  y la cobertura de la educación en el territorio. Pero pese a que dicho sistema afronta hoy diversos problemas y no rinde los frutos esperados, para un grupo de estudiantes de quinto semestre de la Licenciatura en Pedagogía Infantil de la Universidad del Norte existe una problemática educativa y social que muchas veces pasa desapercibida y que a su criterio es crucial para entender el desarrollo de las más recientes manifestaciones de violencia en el país: el analfabetismo emocional.

Este grupo, conformado por 15 estudiantes de la Licenciatura, trabajó para el tercer parcial de la asignatura Desarrollo Socioafectivo una propuesta o llamado por la educación socioafectiva, en el contexto del paro nacional, con el fin de hacer ver que la educación en Colombia necesita de un urgente redireccionamiento, donde su pilar fundamental sea el desarrollo de habilidades socioafectivas, no solo desde la educación inicial sino en todos los niveles educativos. No solo de forma transversal en los currículos sino también a través de espacios específicos para el desarrollo de competencias sociales y afectivas, y no solo en espacios académicos formales sino también desde la familia, la comunidad y las instituciones sociales.

“Los colombianos hemos vivido momentos difíciles estos meses y en clase comenzamos a analizar cuál es nuestro papel en la sociedad y de qué forma podemos intervenir para promover su mejora. Analizamos el contexto político y social, las manifestaciones de violencia de la sociedad civil y la fuerza pública, y la idea de muchos líderes sociales y políticos de que la educación es la mejor solución a los problemas estructurales del país. Quisimos ahondar más en eso, de qué manera la educación en Colombia se debe reestructurar para dar una solución a los temas sociales que estamos teniendo”, explica la estudiante Sara Juliana Rodríguez, de 21 años, egresada del Gimnasio Campestre Beth Shalom (Bogotá).

Para ella, el contenido de la educación socioafectiva se debe orientar hacia el desarrollo de las competencias personales (consciencia, automotivación y autoregulación) y sociales, para poder hacer frente a la incapacidad de las personas de comprender, catalogar y gestionar sus emociones, lo que a su vez se ve reflejado en la dificultad para reconocer, valorar y aceptar las emociones y necesidades del otro.

En ese sentido, el documento señala que nuestro sistema de educación, al igual que muchos en Latinoamérica y el mundo occidental, se ha preocupado más por la formación de competencias cognitivas y la adquisición de conocimientos disciplinares, dejando en un segundo plano la formación de habilidades sociales y afectivas. Que en Colombia las instituciones educativas y la sociedad, en general, no se han preocupado lo suficiente por fomentar una educación socioafectiva de calidad en niños, niñas y adolescentes, a pesar de que dentro de los lineamientos curriculares del Ministerio de Educación Nacional se encuentra estipulada la dimensión socioafectiva del desarrollo para el correcto crecimiento o funcionamiento del aprendizaje, capacidades y habilidades del infante.


Sara Rodríguez y sus compañeras elaboraron la propuesta académica.

“Los conocimientos que estamos construyendo quisimos aportarlos a la sociedad, como una manera de dar posibles soluciones a las problemáticas que esta demanda. Como licenciadas en pedagogía infantil tenemos un compromiso social y la propuesta que hicimos apunta a eso: a trabajar por esa transformación social. Como estudiantes, también es un forma de expresarnos en medio de lo que estamos viviendo y no quedarnos calladas ante lo que ocurre en el país”, señala la estudiante Angie Aguilar, egresada de la Institución Educativa Distrital Juan Acosta Solera.

Teniendo en cuenta la necesidad de una nueva focalización de la educación, la propuesta indica que es pertinente que desde las instituciones educativas y sociales se promuevan mecanismos pedagógicos que faciliten el desarrollo de la autorregulación emocional, desde la primera infancia hasta la adultez, entendiendo que esta es indispensable para que las personas puedan identificar y expresar de forma asertiva sus emociones, así como construir un propósito de vida claro y seguro.

“Con este trabajo buscamos dar una información sustentada y científica sobre lo que le falta a nuestra sociedad. La socioafectividad busca que el ser humano pueda desarrollarse de manera afectiva con las personas que se encuentran a su alrededor. Entonces, por ejemplo, la empatía juega un papel importante, porque es, más allá de ponerse en los zapatos del otro, aprender a buscar soluciones en conjunto”, manifiesta María Camila Uribe, de 19 años, egresada del Colegio María Auxiliadora.

Ejercicio pedagógico

El profesor Mauricio Andrés Herrón Gloria, del departamento de Educación, supervisó el trabajo de las estudiantes y afirma que estas no solo lograron aplicar los conocimientos aprendidos en clase sobre el análisis de las problemáticas asociadas a su contexto social, sino que también les permitió manifestarse políticamente frente a dichas problemáticas desde la academia. Este ejercicio pedagógico les brindó la posibilidad de manifestarse en forma pacífica y constructiva sin tener que sacrificar sus actividades de formación académica.

“Más que una propuesta de educación socioafectiva, el trabajo de las estudiantes es una expresión política colectiva, lograda a través de un ejercicio pedagógico crítico, donde estas hacen uso de los conocimientos y competencias desarrollados en clase para presentar su visión y una posible solución frente a diversas problemáticas sociales que han percibido en los últimos meses en el contexto del paro nacional”, indica Herrón Gloria, doctor en Psicología Educativa.

El llamado, explica el profesor, es a que “el Estado pueda garantizar los recursos y mecanismos educativos y sociales para que futuras generaciones puedan desarrollar adecuadamente, por ejemplo, una buena confianza básica, autorregulación emocional, automotivación, conciencia de sí mismos y de su entorno, empatía, habilidades para la cooperación y la resolución de conflictos, entre otras".

“Especialmente las estudiantes hacen un llamado a que nuestros docentes estén capacitados para formar desde y para la socioafectividad”, concluye.

Consulte el documento completo aquí.

 

José Luis Rodríguez R.

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