Una generación de geólogos caribe preparados para redescubrir el mundo

Desde que en Uninorte se empezó a hacer realidad la idea de constituir un programa de pregrado en Geología, el que sería el primero en la región Caribe, la intención era y sigue siendo una sola: formar a los mejores geólogos de Colombia. Los logros de su primera promoción, que se gradúa este año, dejan ver que esta meta no parece lejana: el programa ocupó el tercer lugar (entre los de Geología) en las Pruebas Saber Pro a nivel nacional, tanto en competencias genéricas como en las específicas asociadas al campo disciplinar.

En 2016 el programa inició clases con 50 estudiantes que guardaban en sus maletines la ilusión de convertirse en la primera generación de geólogos formados en Uninorte, pero también representaba un reto enorme para la institución, pues no es nada fácil consolidar un programa cuyo salón de clases es el planeta Tierra, como bien destacaban sus promotores. De esta primera cohorte de estudiantes, nueve recibirán su título durante la graduación de este viernes, 17 de julio: Estefany Villanueva (a quien recibió cum Laudem por su trabajo de grado), Nellys Padilla, Jessy Lambis, Luisa Fawcett, Carlos Ortiz, Andrés pereira, Juan David Espitia, Jorge Galeano y Daniel Fernández.

Durante todos los semestres los estudiantes de Geología tienen salidas de campo, que son un complemento fundamental en su formación profesional.

Los profesores del programa coinciden en decir que en el crecimiento del programa en estos pocos años tuvo mucho que ver la calidad académica sobresaliente de este grupo de estudiantes. Juan Carlos Ortiz, coordinador del doctorado en Ciencias del Mar y quien lideró el proyecto para formar el programa, cuenta que al comienzo había mucha expectativa y que enfrentaban un gran desafío a nivel nacional y regional. 

“Una combinación de un excelente grupo académico y administrativo institucional, al que se le sumó un grupo de estudiantes muy destacados académicamente facilitó mucho el proceso. Estos geólogos uninorteños marcarán un antes y un después en la historia de la geología en Colombia”, dice.

Por su parte la profesora Carolina Martínez, quien fuera la primera coordinadora del programa, apunta que este grupo tuvo que enfrentar las dificultades propias de un programa que estaba en formación, por lo cual fueron adquiriendo fortalezas importantes. “Sus resultados académicos nos muestran que tienen las competencias en las áreas históricamente tradicionales de la geología y han recibido unas competencias adicionales importantes en la parte marina. Eso los hace diferentes para el camino que deseen seguir”.

La estudiante Melissa López Vanegas dice que, a pesar de ser la primera promoción y que tuvieron muchas dificultades en cuanto a espacios y laboratorios, tuvieron una formación de calidad, "nuestros profesores son excelentes profesionales que nos aportaron todo su conocimiento. El tener salidas de campo desde el primer semestre nos ayuda a ir aplicando la teoría a la práctica inmediatamente".

La geología se encarga del estudio de la Tierra en todas sus características, y por eso suele asociarse a sus profesionales con personas aventureras, que caminan bastante, que encuentran “tesoros” (también es cierto que tienen una concepción distinta de lo que es un tesoro) en los lugares más insospechados; que pueden llegar a molestarse si uno, de inocente, llama “piedra” a una “roca”, y así…

En fin, mucho de vocación debe impulsar a quienes deciden formarse en esta carrera, porque más allá de lo atractivo que puede parecer la aventura de recorrer paisajes naturales, muchos de ellos inhóspitos, en todo el mundo, es una profesión con una alta exigencia de conocimiento para poder entender e interpretar las observaciones de la naturaleza.

Una de las razones de constituir un programa de Geología en la región Caribe, se debe a que la geología de la región no se actualiza desde hace décadas: “Los mapas y definiciones son anticuados y en muchas ocasiones no reflejan la realidad; esto hace que subestimemos el potencial económico de la región, que los planes de ordenamiento territorial y de amenazas naturales estén desactualizados o no existan en algunas zonas, que la caracterización de aguas subterráneas se haga esporádicamente y aún no tengamos una idea clara del potencial hidrogeológico de nuestra región. Vivimos en una zona costera donde se habla de exploración costa afuera y aún tenemos áreas en tierra que no tienen estudios recientes”, señala Martínez.

Estefany Villanueva destaca la rapidez con la que se ha desarrollado el programa desde su formación: "ha aumentado la planta de docentes, contamos con laboratorios y ya está en proceso la construcción del edificio".

De acuerdo con Estefany Villanueva, una de las estudiantes que se gradúa este viernes, es de destacar el énfasis en oceanografía y geología marina que se realiza únicamente en el programa de Geología de Uninorte. “Genera un toque especial, diferenciador e importante en todos los geólogos uninorteños. Especialmente porque esta es un área interdisciplinaria que se había dejado a un lado en la geología por mucho tiempo”.

Gracias a esta línea de formación los geólogos formados en Uninorte cuentan con la capacidad para afrontar retos en temas marinos, pero además el programa los prepara para trabajar de forma interdisciplinaria, que es necesario en muchos campos de la profesión. De hecho, en su paso por la universidad estos estudiantes interactúan constantemente con otras áreas del saber, lo cual se pudo apreciar en sus trabajos de grados finales.

El planeta como salón de clases

Volvamos a la parte aventurera de ser geólogo. No es exageración cuando dicen que el planeta es el salón de clases de los geólogos. Para Estefany fueron el eje central de su formación: “No solo para acercarnos a la realidad de nuestra profesión, sino también para poder entender y poner en práctica lo aprendido en el aula de clases”.

No es capricho, las salidas de campo les muestran a los estudiantes la realidad de su profesión. Es necesario conocer la teoría sobre la composición de los suelos o las rocas y tener clara la relación que tienen con el medio ambiente, pero vivir la experiencia de salir a campo es algo que no se puede estudiar solo con los libros.

Luisa Fernanda Fawcett, quien también se gradúa este viernes como geóloga, señala que durante estas salidas no solo discutían teorías y confirmaban lo leído, sino que aprendían técnicas de cartografía y hacían correlaciones de información recopilada en diferentes lugares para armar una explicación a nivel regional de lo ocurrido en una zona específica. 

Luisa Fernanda Fawcett piensa que, aunque ahora mismo cualquier profesión se ve afectada por la pandemia, la geología es necesaria para la economía del país: "tenemos varias áreas de trabajo que esperamos conseguir con mayor facilidad una vez que este momento crítico pase".

“Las botas, el martillo, la brújula, la libreta de campo, un sombrero, buen bloqueador y repelente eran nuestros compañeros. Almorzábamos en cualquier árbol que nos pudiera dar sombra (si encontrábamos). Todo eso no solo nos pulió como geólogos, sino como personas: debíamos seguir caminando incluso cuando las piernas no nos daban más; había que dejar a un lado la queja y pensar mejor en la recompensa, aguantar frío y calor, insectos y todo por recoger datos que nos ayudaran a entender mejor”, cuenta Luisa.

En ese proceso, cuenta la estudiante, aprenden de compañerismo, de ayudar al otro, de trasnochar conversando sobre lo que habían visto o encontrado en la jornada. “Esa podría ser mi parte favorita del campo: puedes crear un montón de soluciones respetando datos y evidencias. Nunca nada era completamente descartable. Realmente mucho de lo que aprendí en campo me ayudó al momento de realizar las Pruebas Saber Pro; cuando practicas la teoría todo te queda grabado en la mente”, agrega.

Para sus profesores estos jóvenes cumplieron son las expectativas, e incluso las superaron al obtener resultados en las Pruebas Saber Pro por encima de universidades con más de 50 años de trayectoria. Además, siempre dejaron la mejor imagen en los sitios a los que fueron a hacer salidas de campo o sus prácticas profesionales. “Todos los profesores nos sentimos completamente orgullosos del esfuerzo de cada uno de ellos y de nosotros por formar a los primeros geólogos de la región Caribe”, señala la profesora Carolina Martínez.

Por Jesús Anturi