Vacunación covid en adolescentes: conoce la experiencia de los más jóvenes

Con el avance del Plan Nacional de Vacunación contra la covid-19, la población joven de nuestra comunidad le ha puesto el hombro a la vacuna. Hoy abanderan el autocuidado como un acto de solidaridad. Conoce las historias, anécdotas y razones por las que nuestros estudiantes se han vacunado.

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A partir del 21 de agosto inició la vacunación para mayores de 15 años.

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27 ago 2021

Andry Herrera García tiene 17 años y se vacunó hace tres días. La barranquillera cursa segundo semestre de Derecho y asistió el lunes, 23 de agosto, al centro comercial Plaza del Sol para que le administraran la primera dosis. Ella hace parte de los adolescentes colombianos que ya se encuentran priorizados, de acuerdo con el avance del Plan Nacional de Vacunación. 

A partir del sábado, 21 de agosto, el gobierno dio apertura a una nueva etapa de vacunación con la que inició el proceso para la población joven del país. El Ministerio de Salud anunció que las personas que tienen entre 15 y 19 años ya pueden acceder a la vacunación contra la covid-19 en los diferentes puntos habilitados a nivel nacional. Esta agenda busca reducir el contagio, la mortalidad y la incidencia de casos graves por este virus, además de generar la inmunidad de rebaño en la población.

Andry reconoce que desde aquel sábado en el que se hizo el anuncio de la vacunación para mayores de 15 años tenía varias dudas con respecto a si vacunarse o no. Conocía de primera mano casos de personas allegadas que perdieron la vida a causa de esta enfermedad y, desde la otra orilla, algunos que tuvieron fuertes efectos secundarios al aplicarse la vacuna. Estaba un poco desanimada, pero se informó de varias fuentes y dos días después tomó la decisión que hoy está salvando vidas. 

“A los jóvenes que tienen preguntas, al igual que yo, hoy les digo que se vacunen. Quizás les dé fiebre, cansancio y dolor en el lugar de la aplicación, pero son síntomas normales. Yo vivo con mi abuela, que es una persona de la tercera edad, y ella fue la razón que me motivó a vacunarme. Hacerlo no solo implica protegernos, sino también cuidar a los demás” relata la barranquillera. 

Andry Herrera mostrando su carnet de vacunación en el bloque I.

Adriana Villadiego Solano, becaria Alejandro Obregón, tiene 17 años y cursa tercer semestre de Negocios Internacionales. Estaba esperando la hora para ingresar a una clase presencial sentada en el bambú de estudiantes, uno de los puntos de encuentro para muchos jóvenes antes de la pandemia. Hoy, este espacio se ha tornado en un lugar más vacío, a la espera de ir retornando gradualmente a la realidad que todos conocíamos antes de marzo del año pasado. 

La estudiante se vacunó esta semana en la ciudad de Barranquilla, de donde es originaria. Comentó que lo hizo para tener la seguridad de que, en caso de contagiarse de covid, no experimentara síntomas tan severos. En el campus, esperaba las 9:30 a.m. para iniciar la clase de Cálculo III. Desde el pasado 26 de julio, cuando iniciaron las clases del semestre 2021-2, cursa esta asignatura de manera presencial.

La barranquillera hace parte de los adolescentes que, con la ayuda de todos, esperan salir de esta situación lo más pronto posible. “A los jóvenes nos hace falta tener contacto con las personas. Extraño estar cerca de mi familia y amigos sin pensar todo el tiempo en la posibilidad de que algo grave nos puede pasar, y para llegar a eso es necesario que todos nos vacunemos. Con la pandemia nos acostumbramos a estar lejos de nuestros seres queridos y ya nos hace falta el calor humano. Pero mientras llegamos a ese punto no hay que dejar de lado las precauciones y medidas de bioseguridad, como el uso del tapabocas y lavarse las manos. Se trata de estar cerca y, a la vez, estar protegidos”, reflexionó la joven desde una de las mesas individuales del bambú 1. 

Adriana Villadiego en el bambú para estudiantes.

Sin embargo, no todos nuestros estudiantes se vacunaron durante este nuevo ciclo. Algunos hicieron parte de etapas anteriores por diversas razones. Este es el caso de Rosa Torres Ospino, una joven de 19 años que cursa tercer semestre de Arquitectura. Fue priorizada en la etapa 3 del Plan por motivo de sus comorbilidades, y comenta que al iniciar sus clases presenciales este semestre se sintió mucho más segura de volver al campus, porque ya había completado su esquema de vacunación desde junio. 

Para ella, la vacunación es un elemento fundamental de autocuidado, prevención y solidaridad hacia los demás. “La mayoría de los jóvenes no hacen parte de la población más susceptible a agravarse por el virus, pero sí pueden contagiar a algunos de ellos, como los ancianos y las personas con enfermedades de base. Por eso, vacunarse es una oportunidad para mantenerte a salvo a ti, a tu familia, a personas cercanas y a los compañeros con los que compartes en la Universidad”, expresa la becaria. 

Rosa Torres con su carnet de vacunación frente al letrero 'Vive Uninorte'. 

Desde otro punto de vista, algunos uninorteños que fueron priorizados en etapas anteriores, solo hasta ahora pudieron acceder a la vacuna por haberse contagiado recientemente. Entre ellos, William Rodríguez Roa, un joven de 21 años que se vacunó el sábado, 21 de agosto, en un punto habilitado en la Universidad Simón Bolívar. Por su edad, este estudiante de séptimo semestre de Ingeniería Civil había sido priorizado en la etapa 5, pero tuvo que esperar un tiempo prudente por haber adquirido el virus hace aproximadamente tres meses. 

En su núcleo familiar varias personas fallecieron a causa de la enfermedad. En su caso, rememora que algunos de los síntomas más graves que experimentó fueron fiebre, malestar general, dolor de cabeza y cansancio. Esta fue la segunda vez que se contagió, pues a mediados de abril del año pasado también padeció la enfermedad. La mayor de sus expectativas, con el avance de la vacunación, es lograr la inmunidad de rebaño. 

Desde una de las mesas del pasillo que conecta el Bloque B con el E, el estudiante, oriundo de Bucaramanga, se encontraba repasando el tema de compresión inconfinada para la asignatura Mecánica de Suelos. Este semestre cursa de manera presencial dos de las cinco materias de su malla, y cuenta que se siente alegre de volver a la ciudad y al campus universitario. 

“Es bueno volver a ver los espacios donde anteriormente uno se desenvolvía e ir retomando poco a poco las labores de forma presencial. Ahora en las clases te encuentras a las personas con tapabocas y tienes que tener en cuenta el distanciamiento y el autocuidado, lo que es distinto a la dinámica que estábamos acostumbrados antes, pero es un proceso lleno de crecimiento personal, buena comunicación y con miras a darle continuidad a la educación en el aula”, expresó el becario Ser Pilo Paga. 

William Rodríguez estudiando en una de las mesas del pasillo del bloque B.

Y mientras algunos se sienten dichosos de reencontrase en el campus y volver a apreciar los lugares que desde marzo no veían, otros estudiantes conocieron el plantel educativo recientemente. Este es el caso de Estefany Valencia Ahumada, estudiante de segundo semestre de Licenciatura en Pedagogía Infantil, quien inició la universidad de forma virtual y hasta hace cuatro semanas ingresó a las instalaciones de Uninorte. 

Para ella “la educación virtual no se compara con la experiencia presencial, uno se siente más motivado a estudiar estando en los salones. Por primera vez conocí a mis profesores y compañeros más allá de las pantallas”, relata la estudiante. 

Estefany Valencia junto a la fuente de la Alegría, Rectitud y Verdad. 

Estefany tiene 17 años y se vacunó este sábado en el Portal del Prado, en el marco de esta nueva etapa del Plan. Ella ingresa al campus dos veces por semana, para cursar las asignaturas de Desarrollo Motriz y Competencias Comunicativas II, y cuenta que se siente más segura al venir a la universidad luego de vacunarse, pues hace parte de las personas a las que ya les dio covid. 

Estefany se enfermó este año. Sus síntomas fueron leves; le dio fiebre, perdió el gusto y el olfato. Ninguno de los miembros de su familia se contagió, sin embargo, esta situación activó las alarmas para que ella decidiera vacunarse. “La vacunación es una invitación a cuidarnos a nosotros mismos y a nuestras familias, además de que, así, uno evita complicaciones o ir a UCI”, expresó la joven. 

Al igual que Estefany, los estudiantes de primer semestre que ingresaron en el 2021-2 (con la posibilidad de tener asignaturas presenciales) también están conociendo las instalaciones por primera vez. Por ejemplo, Diego Escorcia Romero, un joven barranquillero de primer semestre de Derecho

“El campus es muy bonito y está muy bien adecuado. Cuando entré, la Universidad me pareció una ciudad, fue algo genial. Además se siente mucho mejor dar las clases presenciales”, comenta el barranquillero de 17 años. Él se vacunó el 5 de agosto por estar priorizado en la etapa 4, sin embargo, reitera la importancia de seguir implementando medidas como el uso adecuado del tapabocas y el lavado de manos. 

Diego Escorcia saliendo de la Casa de Estudio Alfredo Correa de Andreis. 

De acuerdo con el último reporte del Ministerio de Salud, con corte al 25 de agosto, en el país se han aplicado 34’247.170 dosis; se registran 14’448.771 esquemas completos y 19’798.399 primeras dosis aplicadas. La meta del gobierno nacional es completar 35 millones de esquemas de vacunación y lograr la inmunidad colectiva.

Con el fin de caracterizar el acceso a la vacuna y determinar acciones para propender por la salud y bienestar de nuestra comunidad interna en el regreso progresivo al campus, la Universidad del Norte promoverá el Reporte de Vacunación para los estudiantes. De esta manera colaboraremos con los indicadores y medidas que deba tomar la institución para promover la presencialidad en condiciones de bioseguridad para todos.

 

Por María Fernanda Salgado. 

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