Una mirada desde la política exterior a la implementación del proceso de paz

Los estudiantes del departamento de Relaciones Internacionales organizaron un encuentro académico, en el que se analizó el proceso de negociación entre el gobierno colombiano y las FARC-EP, desde una lupa internacional.

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El conversatorio se desarrolló por el canal Uninorte Académico.

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21 may 2021

El proceso de paz en Colombia ha pasado por distintos momentos a lo largo de la historia, en los cuales la comunidad internacional ha desempeñado un papel fundamental. Por esta razón, conocer la internacionalización de las negociaciones entre el gobierno colombiano y la guerrilla FARC-EP permite analizar cómo los distintos actores del sistema internacional han respaldado, desde múltiples enfoques, la constante búsqueda por la paz.

Con ese objetivo y bajo la lupa de la política exterior, los estudiantes del departamento de Relaciones Internacionales, con el apoyo de la Red Colombiana de Relaciones Internacionales (RedIntercol), organizaron un encuentro académico que contó con la participación de Luis Fernando Vargas, doctor en Estudios Políticos con énfasis en Relaciones Internacionales y profesor de la Universidad EAFIT; y Carolina Cepeda, doctora en Ciencia Política y profesora de la Universidad Javeriana; bajo la moderación de Héctor Galeano, doctor en Ciencias Sociales y profesor de la Universidad del Norte. 

Los tres académicos se dieron cita para analizar el proceso de internacionalización de la paz en Colombia, cuestionar sus fortalezas y debilidades, y responder al interrogante de si ha habido un avance, un retroceso o un estancamiento en la actualidad. En términos más simples, lo que conocemos como la internacionalización de los conflictos se refiere al interés, apoyo y legitimidad que otorga la comunidad internacional al país involucrado, que incide directamente en la duración y eventual resolución de las problemáticas internas. Por tanto, la capacidad de agencia del gobierno colombiano desde el año 2012 fue eficaz, puesto que cerca de 47 gobiernos respaldaron nuestro proceso, incluyendo total apoyo por parte de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad. 

Sin embargo, la aprobación de los acuerdos fue sometida a un plebiscito, como mecanismo de refrendación nacional, y el resultado dejó en entredicho la acogida del pueblo al obtener una votación mayoritaria por la no implementación. Posteriormente y pese a la negativa en las urnas, el acuerdo fue refrendado por el Congreso de la República 40 días después del plebiscito. 

¿Qué tan determinante fueron estos actos en el escenario internacional? Para la docente Carolina Cepeda, “sí generó un impacto a nivel internacional, generando una percepción de que puede que no haya un respaldo muy fuerte en la sociedad colombiana. Pero, en ese momento hubo una exploción de movilización a favor del acuerdo de paz. Y esa presión sirvió para legitimar un poco más el proceso”.  

En esa misma línea, Luis Fernando Vargas considera que varios sucesos generaron ruido. “Tanto una respuesta negativa frente a la aprobación de esa negociación y posterior acuerdo, como el no reconocimiento de ese resultado. Por supuesto, había la necesidad de repensar el proceso y trazar una nueva ruta en función de recomponer lo que se había alcanzado, que era muy positivo en su momento”, analizó el invitado. 

Revive el conversatorio completo aquí

En cuanto al rol de acompañamiento e implementación del gobierno actual a los acuerdos, el docente de EAFIT alegó que “desde su candidatura, Ivan Duque había transmitido la idea de que no iba a apoyar el proceso de negociación y efectivamente eso pasó. Los primeros años del gobierno actual mostraron un desconocimiento de lo que se había alcanzado. Lo que generó un problema mayor, pues los actores internacionales empezaron a preguntarse «y ahora en Colombia qué hacemos». Por lo que, gradualmente, el gobierno tuvo que empezar a ceder”. 

Y agregó que es clara la ruptura entre ambos gobiernos frente a la implementación de los acuerdos, pero que poco a poco el gobierno de turno ha ido adaptándose a las demandas internas y globales frente a lo que había sido ese proceso de negociación que culminó en 2016. 

Por su parte, la profesora de la Javeriana indicó que “más allá de las voluntades políticas, también han habido una serie de obstáculos institucionales que ponen en detrimento la implementación de los acuerdos. Si la respuesta del gobierno Santos hubiera sido otra frente al no [es decir, que no se hubiera aprobado el acuerdo por vía del legislativo], probablemente se habría podido tramitar los acuerdos de una manera distinta a lo que terminó pasando en el mediano plazo”. Lo que nos da pistas sobre la manera cómo se han negociado y se siguen negociando muchas cosas en Colombia. 

En cuanto a la vigencia del proceso de paz y la repercusión que puede llegar a tener la coyuntura actual en la internacionalización del mismo, Vargas expresó que “yo creo que lo que está pasando en Colombia puede hacer daño por la pronunciación de actores globales como UE y la ONU, que desaprueban lo que ha venido sucediendo, y por supuesto eso tendrá algunas consecuencias indeseables en términos de lo que se venía apoyando. Entonces hay que tener muy en cuenta que esta inestabilidad política y socioeconómica en Colombia tendrá repercusiones en ese campo”. 

Mientras que Cepeda, desde una posición un poco más optimista, considera que “lo que ha pasado en Colombia en estas últimas tres semanas ha hecho mucho más evidente lo que ya ha venido pasado en los últimos años. Esta coyuntura nos pone en el ojo del huracán porque estamos llamando la atención internacional, lo que permitirá analizar cómo se está implementando el acuerdo en Colombia, qué se está cumpliendo y que no. Y quiero creer que eso repercutirá de manera positiva en el proceso de implementación, que hasta ahora ha cojeado bastante”. 

A lo que Vargas coincidió en que el asesionato de líderes sociales, al igual que el ultraje a la sociedad civil y el abuso de poder por parte de múltiples actores, no son un asunto nuevo, sino conflictos que llevan décadas en el país y que no se iban a acabar llegando a un acuerdo con un único actor de todos los que están inmersos en el conflicto armado colombiano. 

Y frente a las proyecciones de si la implementación de los acuerdos estará o no en la agenda de cara a las próximas elecciones presidenciales, los tres académicos coincidieron en que es necesario que se construyan, desde las precandidaturas, planes de gobiernos que generen visibilidad en materia de política exterior, que tracen rutas hacia la construcción de un país en paz y articulen propuestas de la mano del movimiento social y juvenil que se viene gestando en la coyuntura. 

 

Por María Fernanda Salgado. 

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