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INTERÉS PROFESIONAL

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Por: Ruby Rubio 
Comunicadora Social y Periodista, egresada de la Maestría en Comunicación (2012).
Creadora de Laboratorio de Ciudad
@rubyrubio 
 

Lo que nos deja saber las pruebas saber

No sólo se trata de un puntaje que se lee de forma fría sin mayor fondo. Estas pruebas están diseñadas para evaluar competencias que reflejan qué tantas habilidades puede reflejar un estudiante para desarrollar tareas específicas. Esto es data útil y vital para una sociedad.


Las organizaciones, las instituciones y los individuos planean, se trazan objetivos para satisfacer necesidades o cumplir sueños. Todo esto implica definir estrategias y planes con acciones concretas para alcanzar lo que se busca. Medir los resultados de forma constante y sistemática, teniendo en cuenta también, lo que otros logran o no alcanzan, se constituye en una de las herramientas más poderosas a la hora de tomar decisiones para mejorar, corregir o agregar más valor.

Estamos de acuerdo en que, la calidad de la educación debe medirse teniendo en cuenta variables que nos permitan saber como sociedad, si lo que los colombianos aprendemos en las aulas de colegios y universidades, realmente nos está siendo útil, para ser más eficientes y competitivos, y para desplegar todo nuestro potencial en beneficio de nuestra calidad de vida.  

Pues bien, para eso el ICFES – Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación- diseña con un robusto equipo interdisciplinario, las Pruebas Saber que los estudiantes escolares y universitarios presentan, para brindar resultados útiles y valiosos a los gobiernos y las instituciones sobre el conocimiento en áreas puntuales, pero también sobre qué tanto han desarrollado los estudiantes, competencias para su vida y para la productividad.  

 
De acuerdo con Martha Rincón Luque, jefe de procesos académicos de la Universidad del Norte, el examen de Estado de la Calidad de la Educación Superior, Saber Pro, podría definirse como la prueba que se encarga de evaluar las competencias de un egresado a nivel de pregrado en programas técnicos, tecnológicos y universitarios.  

Lo que algunos no saben, es que los resultados son pedagógicamente útiles porque nos dejan ver el desempeño de los estudiantes en decisiones que implican varios procesos de pensamiento, y es a partir de ellos que los líderes modifican planes de educación, contenidos y formas de brindar más oportunidades de crecimiento cognitivo y social.  

"Las pruebas nos dejan ver el desempeño de los estudiantes en decisiones que implican varios procesos de pensamiento, y es a partir de ellos que los líderes modifican planes de educación, contenidos y formas de brindar más oportunidades de crecimiento cognitivo y social”

Veamos de forma práctica algunos resultados que se registraron en el reporte presentado por el ICFES a los entes territoriales, sobre las pruebas en el 2021:  
 
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Lectura Crítica

Solo el 46% de los estudiantes interpreta información de textos al inferir contenidos implícitos y reconoce estructuras, estrategias discursivas y juicios valorativos. Eso significa que puede jerarquizar la información presente en un texto y la información implícita en textos continuos y discontinuos; establecer relaciones intertextuales; y reconocer la intención comunicativa del texto. 

Solo el 17% demostró la capacidad de reflexionar a partir de los textos sobre la visión del mundo del autor, cuáles son las costumbres, creencias, juicios, el carácter ideo política, y las posturas éticas. Y así, dar cuenta de los elementos para textuales significativos presentes en el texto. Además de valorar y contrastar los elementos mencionados con la posición propia. 
 
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Sociales y Ciudadanas
 

Sólo el 26% identifica prejuicios e intenciones contenidos en una información y reconoce las intenciones e intereses involucrados en un problema o alternativa de solución. Además, identifica conceptos básicos de las ciencias sociales, modelos conceptuales; y valora y contextualiza la información presentada en una fuente.  

Más del 95% desconoce las disposiciones de la Constitución que posibilitan la participación ciudadana y el control de los poderes políticos, y carece de la capacidad de analizar y comparar enunciados, intereses y argumentos, y de evaluar alternativas de solución a un problema.    

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Entre los 14 programas que se ubican a los 5 primeros puestos se encuentran en orden: 
Lenguas Modernas y Cultura, Negocios Internacionales, Geología, Odontología, Diseño Gráfico, Matemáticas, Ingeniería Electrónica, Ingeniería Eléctrica, Relaciones Internacionales, Ingeniería Industrial, Música, Diseño Industrial, Ingeniería Civil, Arquitectura.

Los 10 programas entre los puestos 6 a 9 se ubican en orden: Medicina, Derecho, Ingeniería Mecánica, Economía, Psicología, Contaduría Pública, Ingeniería de Sistemas y Computación, Comunicación Social y Periodismo, Filosofía y Humanidades, Licenciatura en Pedagogía Infantil.

Ciencia Política y Gobierno, Enfermería y Administración de Empresas se encuentran en la posición 11, 13 y 14 respectivamente.
 

Un vistazo a la Región Caribe 

En cuanto panorama en el Caribe, de acuerdo con Jorge Valencia, coordinador del Observatorio de Educación del Caribe Colombiano de la Universidad del Norte, en términos generales se observa en la Región un retroceso en los resultados que se venían dando desde antes de la pandemia, con la suspensión de clases presenciales, y cuya caída empezó a acelerarse desde entonces.  

“Hoy encontramos que la Región se ubica desde 2016 por debajo del promedio nacional. Es de hecho una de las regiones con menor resultado del país y en el caso de La Guajira y del Magdalena, es aún más rezagado”, estableció Valencia.  

No obstante, esto no significa que el sector educativo, como una suma de muchas partes esté dando este resultado tan poco alentador. Según Jorge Valencia, se destacan dos casos de éxito en la Región: la Universidad del Norte, institución que se encuentra entre las 10 primeras en este  resultado a nivel nacional desde hace 4 años, y la Universidad Tecnológica de Bolívar que se ubica dentro del top 50 en el país. Mientras que, a nivel público, la Universidad del Atlántico y la Universidad de Cartagena están teniendo puntuaciones que las ubican por encima del promedio nacional.  

Competencias para la vida 

¿Los resultados de estas pruebas son entonces un indicador confiable para detectar importantes competencias laborales en estudiantes y profesionales? De acuerdo con Martha Rincón Luque, jefe de procesos académicos de Uninorte, sí. La prueba puede brindar a empleadores y empresas una lectura clara de cuáles son las competencias genéricas, como la lectura crítica, el razonamiento cuantitativo y la argumentación, pero también de relevantes competencias específicas que usualmente no son detectadas con facilidad.

“La evaluación genérica en las pruebas es para todos, pero la evaluación de competencias específicas es opcional. En Uninorte estas últimas son muy importantes y son insumo para que las organizaciones tengan una visión integral y puedan tomar decisiones más informadas de quienes serán sus empleados, y conocer competencias en escritura, el manejo de datos y tablas y mejores habilidades para enfrentar el mundo laboral”, estableció Rincón.  
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El reto es entonces, uno solo: trabajar para mejorar el desempeño de los estudiantes en las pruebas, un desafío que empieza desde la educación básica y media, equiparando oportunidades de acceso a la educación superior.  
“Existe una correlación muy alta entre los resultados de Saber 11 y las Pruebas Saber Pro. La primera tarea es mejorar la calidad de la educación en los niveles educativos de básica y media con propuestas que sean sostenibles y que el mejoramiento sea constante, especialmente en zonas o departamentos donde históricamente se ha tenido mayor nivel de rezago. Por otro lado, es una tarea pendiente promover que se eleven los niveles de calidad de las instituciones que eventualmente se puedan certificar. Es la relación más directa para mejorar resultados de aprendizaje”, afirmó Valencia.  
Aunque desde hace 20 años el Estado viene promoviendo la formación en competencias, para que los estudiantes desarrollen lectura y pensamiento crítico, y otras habilidades que son necesarias para la vida laboral y para responder a los retos globales, lo que muestran los datos es que el avance es demasiado lento. El desafío es, sin duda, evaluar o diagnosticar dónde están las carencias en esa formación, y cómo superarlas a través de la implementación de metodologías y el desarrollo de contenidos que eleven el nivel de los estudiantes colombianos, es decir, de nuestros futuros técnicos, tecnólogos y profesionales.  
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