PORTADA
“Sesenta años después, el mayor logro de Uninorte es haber construido un ADN que evoluciona con su región.”
A 60 años de su fundación, la Universidad del Norte consolida un modelo formativo reconocido por el sector empresarial por su rigor académico, adaptación y enfoque humano. Con más de 75.000 egresados, la institución es hoy un proveedor clave de talento para industrias como energía, manufactura y servicios. Las recientes Mesas de Diálogo con empleadores confirmaron alta satisfacción y disposición a fortalecer alianzas. Uninorte mantiene un ADN flexible, ético y conectado con la región, que sigue demostrando su pertinencia en un mercado laboral en transformación.






El retrato se completa con los datos más recientes. Las Mesas de Diálogo con empleadores realizadas entre 2024 y 2025, con una participación del 85% de las empresas invitadas, pintan un panorama casi inusual en el sector educativo. Todo arrojó alta satisfacción, disposición a trabajar conjuntamente y una lectura positiva del perfil profesional. Los empleadores coincidieron en la solidez de la formación, el diferencial analítico de los jóvenes, su capacidad de adaptarse a nuevas dinámicas laborales y la presencia creciente de habilidades humanas: inteligencia emocional, toma de decisiones, trabajo en equipo, asertividad y resolución de desafíos. La mesa de manufactura y comercio no registró un solo comentario negativo. Para una región que compite por atraer inversión y sofisticar su estructura productiva, esta es una señal potente.
Al acercarse a su aniversario número 60, la Universidad del Norte se presenta menos como una institución anclada en su historia y más como una organización que entiende cómo se construye relevancia en el tiempo. Ha pasado de ser un proyecto audaz de unos pocos empresarios a convertirse en un proveedor confiable de talento para industrias críticas, un actor en la agenda de investigación del país y una plataforma de movilidad social para miles de jóvenes.
Ahora, cuando la educación superior compite por pertinencia, ritmo e impacto, el mayor logro de Uninorte puede ser haber construido un código genético que conversa con la realidad: flexible, ambicioso, ético y profundamente conectado con su región. Sesenta años después, la universidad sigue expandiendo ese ADN, molécula por molécula, egresado por egresado. Y el mercado laboral, que al final es el más exigente de los jueces, parece afirmar que la fórmula funciona.
español
inglés
francés
alemán