Responsive Image
Responsive Image

DONACIONES

 

En du Nord, cada café, cada libro y cada servicio se convierte en una oportunidad para que más jóvenes del Caribe cumplan su sueño universitario...






Diciembre 2025
Por: Grupo Prensa Uninorte

 

Por más de 20 años, los espacios du Nord de Uninorte han transformado gestos cotidianos —tomar un café, imprimir un documento, comprar un libro— en becas para jóvenes del Caribe. Lo que inició como una idea visionaria a comienzos de los 2000 evolucionó en un modelo único en Colombia: una comunidad donde cada usuario se convierte en donante. Con una operación que financia íntegramente el fondo de becas Orgullo Caribe y reconocimientos internacionales, du Nord es hoy un componente misional de bienestar y formación integral. A las puertas del aniversario 60 de la universidad, se proyecta como un pilar clave de la experiencia estudiantil y del impacto social de Uninorte. 


Por más de dos décadas, miles de estudiantes, egresados, docentes, colaboradores administrativos y visitantes han tomado un café, comprado un libro, impreso un documento o recargado energías en alguno de los espacios du Nord de la Universidad del Norte, algunas veces sin imaginar que, con cada una de esas acciones estaban financiando el sueño universitario de jóvenes talentosos del Caribe. Esa transformación silenciosa —pequeña en cada gesto cotidiano, gigantesca en su impacto social— nació de una intuición visionaria que hoy convierte a la comunidad uninorteña en una de las redes de donantes más grandes y cohesionadas de la educación superior en Colombia. 

A comienzos de los años 2000, Uninorte vivía un momento de expansión. La inauguración del Coliseo Cultural y Deportivo Los Fundadores (2002) abrió un nuevo horizonte para pensar el bienestar universitario. Hasta entonces, la vida de campus se concentraba en espacios limitados: las zonas verdes, la biblioteca, la cafetería El Pueblito y algunos puntos de encuentro informales. 

 

Conoce más aquí

En ese contexto, bajo el liderazgo de la entonces vicerrectora administrativa y financiera, Alma Lucía Díaz Granados, surgió una idea que para la época resultaba audaz: crear un espacio que integrara bienestar, tecnología, cultura y servicios, en un mismo concepto moderno y accesible. El proyecto se llamó inicialmente Coffeenet, y proponía una “biblioteca abierta con sala de internet, zona de juegos electrónicos, espacio para ver películas y una pequeña cafetería”, recuerda Guillermo Manjarrés, entonces director de Unidades de Servicio y hoy director de Bienestar y Vida Universitaria de Uninorte. 

Los estudiantes se apropiaron del espacio de inmediato, transformando su relación cotidiana con el campus. “Nos dimos cuenta de que había servicios y recursos que podíamos alinear institucionalmente —el coliseo, la librería, los nuevos modelos de bienestar— y que todo esto podía convertirse en valor para la comunidad”, agrega. 

Pero el giro más revolucionario vino con una reflexión estratégica: 

¿Y si todos esos servicios pudieran financiar becas? 

Una comunidad convertida

en donante 

Cuando en 2003 comenzaron a consolidarse las becas Roble Amarillo, la universidad enfrentaba un reto histórico: cómo sostener, con recursos propios, un programa robusto de apoyo a jóvenes sin recursos, pero con enorme talento académico. Fue allí donde du Nord encontró su verdadero propósito. 

A través de la vicerrectoría Administrativa y Financiera, se decidió crear diferentes unidades de servicio que permitieran apoyar al fondo de becas de la institución con el fin de aumentar la cobertura educativa, dando acceso a estudiantes con dificultades económicas. Es así como la primera unidad bajo la marca du Nord es creada y denominada Café du Nord. Esta primera Unidad fue un éxito total logrando en su primer año de funcionamiento unas ventas de $933.710,42 USD con una utilidad de $152.413,75 USD, apoyando de esta manera a la sostenibilidad financiera del fondo de becas institucional. 

“Lo bonito de este proyecto es que todos somos donantes. Estudiantes, funcionarios, egresados, visitantes, cualquiera que utilice los servicios de las unidades de servicio de la institución, agrupadas bajo la marca du Nord, aporta al fondo de becas”, enfatiza Manjarrés.

Esta filosofía redefinió el rol de las unidades de servicio dentro de la misión institucional. Aunque sus operaciones pudieran confundirse con las de un negocio, su razón de ser nunca fue comercial: bienestar, formación integral y el concepto de “campus mundo” se convirtieron en los tres pilares estratégicos que siguen vigentes hasta hoy.

“Lo bonito de este proyecto es que todos somos donantes. Estudiantes, funcionarios, egresados, visitantes, cualquiera que utilice los servicios de las unidades de servicio de la institución, agrupadas bajo la marca du Nord, aporta al fondo de becas”
Guillermo Manjarrés , director de Bienestar y Vida Universitaria de Uninorte.

El excedente financiero de la operación de las unidades se destina, de manera íntegra, al programa de becas Orgullo Caribe, ampliando año tras año el acceso a educación superior de calidad para jóvenes del Caribe. Por eso, cada egresado que hoy recuerda con cariño un libro comprado en KM5, una tarde en el Café du Nord o un almuerzo entre clases, puede saber con certeza que parte de ese momento cotidiano se transformó en una puerta abierta para alguien más. 

La decisión de que la universidad gestionara directamente estos servicios —y no a través de concesiones externas— fue disruptiva en 2003 y hoy es un modelo estudiado por otras instituciones. Como enfatiza Manjarrés, “muchas universidades están buscando ahora lo que Uninorte empezó a hacer hace 21 años”. 

Ese liderazgo ha sido reconocido ampliamente: 

  • 2017: Premio Telescopi a Mejor Práctica en Latinoamérica. 

  • 2014: Presentación en la Universidad Estadual de Campinas (Brasil) como modelo de éxito durante un encuentro de CINDA. 

  • 2018: Premio de la Oficina de Cooperación del Gobierno Español, por una estrategia que convierte a toda una comunidad universitaria en corresponsable del desarrollo regional.

     

2014
Presentación en la Universidad Estadual de Campinas (Brasil) como modelo de éxito durante un encuentro de CINDA.
2017
Premio Telescopi a Mejor Práctica en Latinoamérica.
2018
Premio de la Oficina de Cooperación del Gobierno Español por una estrategia que convierte a toda una comunidad universitaria en corresponsable del desarrollo regional.

Andrés Restrepo, actual director de las Unidades de Servicio, destaca que duNord no solo se consolidó internamente, sino que ha demostrado ser un modelo replicable en la ciudad y el país. 
“Trabajamos con el Colegio Parrish, el Country Club, el Caujaral; participamos con ONU Mujeres en procesos de formación gastronómica para población migrante vulnerable. Y ahora estamos trabajando con el Colegio Marymount”, explica. 

Estas experiencias han fortalecido una nueva línea estratégica: 
insertar a la universidad en el ecosistema de turismo y gastronomía de Barranquilla, sectores que crecen aceleradamente y que abren oportunidades para construir marca ciudad desde el conocimiento. 

 

Responsive Image
“Trabajamos con el Colegio Parrish, el Country Club, el Caujaral; participamos con ONU Mujeres en procesos de formación gastronómica para población migrante vulnerable. Y ahora estamos trabajando con el Colegio Marymount”
— Andrés Restrepo, director de las Unidades de Servicio DunNord

“Hoy du Nord también es académico”, afirma Restrepo. Bajo el liderazgo de la División de Humanidades y Ciencias Sociales, la operación se articula con docentes y programas de formación, permitiendo que cada proyecto tenga impacto no solo económico, sino formativo y cultural. 

Du Nord, una experiencia de bienestar del futuro 

Desde 2025, du Nord hace parte formal de la Dirección de Bienestar y Vida Universitaria. Esto significa un reto mayor para 2026, año en el que Uninorte celebrará sus 60 años: consolidar a du Nord como un proceso misional, integrado de manera plena al diseño intencionado de la experiencia de bienestar. 

“Du Nord se convierte en parte misma de la vida universitaria. No es un negocio, es un componente de la formación integral, del bienestar y de la calidad de vida. Queremos que cada estudiante encuentre aquí todo lo que necesita para concentrarse en aprender”, señala. 

La estrategia de bienestar que se proyecta para los próximos años abarca dimensiones sociales, físicas, psicológicas, espirituales y académicas, con un enfoque preventivo y centrado en la experiencia del aprendizaje. En ese modelo, du Nord aporta espacios de convivencia, encuentro y apoyo que fortalecen el sentido de comunidad. 

Dos décadas después, du Nord es mucho más que una cafetería, una tienda o un punto de servicios: 

es un puente que une a miles de personas con el sueño de otros miles. 

 

Cada libro comprado, cada almuerzo, cada tinto, cada servicio utilizado en el campus sostiene un fondo de becas que ha cambiado la vida de generaciones completas. Y ese es, quizá, el mayor impacto de du Nord: enseñar que la solidaridad se puede vivir todos los días, casi sin darnos cuenta. 

 

Responsive Image