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COLUMNA DE OPINIÓN

 

“La ciudad que se disfruta a sí misma tiene la posibilidad y capacidad de marcar tendencia y despertar el interés para el disfrute del foráneo" 

- Jhonny Insignares Cadena, Comunicación Social y Periodismo (2006)  
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Junio 2025
Por: Johnny Insignares Cadena
Egresado de Comunicación Social y Periodismo (2006)


 

Barranquilla se reinventa. Más allá del Carnaval, la ciudad ofrece una inmersión en su historia y cultura. Desde tours por cementerios históricos hasta la vida en el Gran Malecón del Río, la experiencia barranquillera se expande. Su rica gastronomía y la apropiación de sus espacios la consolidan como un destino que se redescubre a sí mismo y te invita a explorarlo. . 


La escena: 
Un turista acaba de aterrizar en Barranquilla y al pedir un taxi, le pide a su conductor que lo lleve a un lugar de la ciudad donde pueda conocer la historia y el pasado glorioso de La Arenosa.

El taxista, sin pensarlo dos veces, le exclama con seguridad y firmeza: "¡Te tengo el lugar!", y lo lleva al “Cementerio Universal”, el primer cementerio de libre pensamiento de Colombia (1872). 
El turista, agradecido y maravillado con el lugar, conoce una cara diferente de la ciudad, llena de historia que guarda la memoria fúnebre de nuestro pasado. Grandes personajes y mausoleos nos hablan de viejos tiempos, como en cualquier otra capital del mundo donde los cementerios son considerados también museos.

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Momento - Máquina de Escribir

¡Momento!

Pero esta escena, aunque puede ser cotidiana en otra parte del mundo, aún en Barranquilla no sucede por más historia que tenga un cementerio. La ciudad vive un proceso de “ampliación” en su oferta de ocio (no quiero llamarla turística). En ese proceso, los barranquilleros y barranquilleras somos más conscientes de la importancia de cada barrio, de su historia y de nuestra memoria, que poco a poco se va reconstruyendo con cada actividad que nos permite disfrutar y acercarnos a los “lugares de memoria”. Así que esa escena del taxista y el cementerio ya no es tan descabellada, debido a que en la actualidad se ofrecen tours por el cementerio.
 

El éxito de una ciudad para su disfrute es no solo abrir restaurantes, sino también abrir al ciudadano espacios cuyo uso tiene fines distintos, pero con toda una proyección inmersiva del patrimonio urbano: visitar una antigua iglesia con fines históricos, un cementerio, la vista desde el edificio más alto, o casas y calles que guardan celosamente el pasado y que se deben convertir en atractivo para locales y visitantes.

¿Qué hacer en Barranquilla? Una pregunta que ha generado polémica desde hace años, con el chiste de solo ir al Buenavista, o que más allá del carnaval no había otra opción. Pero en la actualidad, la ciudad se abre a ofertas tan variadas como la gastronómica y sus tantos espacios que hoy empiezan a perfilar a Barranquilla como una excelente opción para degustar platos tan diferentes y especializados, fruto de esa migración a finales del siglo XIX e inicios del XX por Puerto Colombia.
 

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Desde un exótico boli de aguacate cerca al cementerio “Calancala” o una bella y ostentosa casa en el Barrio El Prado con una sofisticada oferta culinaria, pasando por una variada carta de icónica y muy popular comida callejera: ¡su majestad el chuzo desgranado! ¡Barranquilla sorprende!

Actualmente, el “qué hacer” en la ciudad se ha convertido en una experiencia maravillosa de apropiación del espacio público, ejemplo de ello nuestro Gran Malecón del Río, más de 5 kilómetros que se han convertido no solo en un importante punto de encuentro de la mayoría de los citadinos, sino que se transforma de acuerdo a cada momento del día: temprano en la mañana, lugar para trotar y ver el amanecer al lado del imponente río Magdalena; las tardes para caminar; al mediodía para almorzar en sus restaurantes; en la tarde para caminar, sentir la suave brisa ribereña, comprar coco a las canoas que vienen del otro lado del río, jugar en los parques infantiles con los más pequeños o visitar la estatua de Shakira y hacer una buena foto. En las noches, el malecón se transforma con eventos de temporada, para tomar unos tragos en sus bares o sencillamente caminar y sentir esa energía especial de este espacio.

Y es que el Río Magdalena volvió a ser un gran protagonista de ciudad, gracias al Malecón. Hoy, una de las mejores vistas de Barranquilla es desde su río y con los planes que ofrecen diferentes embarcaciones, es obligatorio navegarlo y apreciar el paisaje urbano desde estas icónicas aguas colombianas.

 
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Cementerio "Calancala"

El Cementerio Católico Calancala, ubicado en Barranquilla, es un lugar emblemático con más de un siglo de historia, fundado en 1915 por iniciativa de la Arquidiócesis de Cartagena. 

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Barrio El Prado

Es una joya urbana y arquitectónica que marcó un hito en la historia del urbanismo en Colombia y América Latina. Fundado oficialmente el 12 de marzo de 1920, fue la primera urbanización planificada del país, concebida por el empresario estadounidense Karl C. Parrish

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Gran Malecón del Río

Se trata de un corredor de 5,5 kilómetros a lo largo de la ribera occidental del río Magdalena, desde el Centro de Eventos Puerta de Oro hasta la isla La Loma. Este espacio ofrece parques, ciclovías, plazas, zonas verdes, espacios culturales y una variada oferta gastronómica

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Continuando con el tema fluvial, el Ecoparque Ciénaga de Mallorquín se abre como otra opción, desde una recién explorada esquina de ciudad que nos ofrece naturaleza, paz, tranquilidad y muchos pasos para caminar y apreciar esta maravilla entre manglares y aves de la zona.

Debo confesar que de mis planes preferidos en esta “Nueva Barranquilla” es tomar el tren eléctrico para ir a Puerto Mocho, una maravillosa experiencia para tener un paisaje del río –que si bien guarda recuerdos de los 80’s con el paseo a Bocas de Ceniza– hoy hacerlo nuevamente en condiciones diferentes, dignifica la zona y, lo más importante: abre espacios de ciudad.

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Barranquilla tiene hoy una agenda típica de cosas por hacer:

Salsa en “La Troja”

Baila salsa en el icónico bar La Troja, alma musical de Barranquilla.

Fútbol en el Estadio Metropolitano

Vive un partido vibrante de la Selección Colombia o el Junior.

Ventana al Mundo y de Campeones

Descubre estas estructuras modernas que simbolizan el orgullo local.

Bar Museo “La Cueva”

Explora el mundo del Grupo Barranquilla y la historia bohemia local.

Museo del Carnaval

Sumérgete en la tradición festiva del carnaval en Barrio Abajo.

Puerto Colombia y Muelle 1888

Disfruta la gastronomía frente al mar y pasea por el muelle renovado.

Barranquilla es mucho más que una ciudad de paso. Es un destino vibrante que espera ser explorado.

La ciudad se abre campo en el Turismo de la Salud con la gran variedad de profesionales que se encuentran en los diferentes centros médicos de avanzada tecnología y el turismo deportivo, siendo la casa de la selección Colombia.

Barranquilla es Carnaval, pero también es caminar su centro histórico, un espacio de caótica belleza, donde detrás del pregón o las “chazas” nos encontramos joyas arquitectónicas que guardan la historia de siglos atrás. Cada vez más el ciudadano tiene la curiosidad y el propósito de borrar el imaginario negativo de nuestro centro y acercarse para disfrutar de sus calles. Planes como CityLover, donde cada fin de semana se camina el Centro y el Barrio El Prado, dan muestra de explorar zonas con historia.

Propuestas que piensan en abrir agenda para el local, con el objetivo de formar ciudadanos comprometidos con su historia, que la conozcan y la valoren para así mostrar una ciudad que aprecian, pero, sobre todo, una ciudad que entienden.

La ciudad que se disfruta a sí misma tiene la posibilidad y capacidad de marcar tendencia y despertar el interés para el disfrute del foráneo; es decir, pensar una ciudad con sus lugares de memoria y ocio creados por y para su mismo ciudadano, sin esperar la validación externa (como pasó con el río y el New York Times).

El ADN de una ciudad se encuentra (en mi opinión) en tres lugares claves: su antiguo mercado, su plaza con la iglesia más vieja y en su cementerio. Son espacios que nos dan un criterio del lugar que visitamos, obvio también está la ciudad de moda o del momento, pero para llegar a esa ciudad han tenido que suceder cosas que solo se comprenden en su parte “vieja”.

En un “orden” de conocer Barranquilla, como una humilde sugerencia, yo propondría en primer lugar visitar el CIMU (Centro Interactivo de Memoria Urbana) en el icónico edificio de la antigua Aduana, luego caminar el Centro, Barrio Abajo y Barrio El Prado —con parada estratégica en el Hotel El Prado para tomarse un cóctel—. Luego, ir al Malecón y de ahí sí perderse en todo lo que hoy nos ofrece la ciudad:

Recorrido Visual Barranquilla
1
CIMU - Antigua Aduana
2
Centro Histórico
3
Barrio Abajo
4
Barrio El Prado (Hotel El Prado)
5
Gran Malecón
Si bien no existe un orden para conocer y disfrutar Barranquilla, sin importar si nos movemos en la vieja o en la nueva, lo importante es explorarla, entender la movida de ciudad que se vive y lograr ser parte de ella, bien sea como local o visitante, pero siempre con la mente abierta.
 
Barranquilla está ansiosa de ser caminada, explorada, visitada, sobre todo porque ya cuenta con una particular lista de espacios a la espera de su visita.

 

Y tú, ¿qué lugar de la ciudad vas a conocer hoy?