BIENESTAR
“La pausa no es desconexión: es la forma más humana de volver a habitar nuestra propia vida.”
Ricardo González Ternera - Egresado de Psicología (2015) y de la Maestría en Psicología (2017)
Vivimos atrapados en la idea de aprovechar el tiempo como sinónimo de producir, acumulando logros mientras se diluye el disfrute y se debilitan los vínculos. Esta hiperproductividad, disfrazada de éxito, termina generando vacío y agotamiento. Frente a ello, la pausa se presenta como un acto necesario: detenerse para reconectar, percibir, sentir y volver a habitar la vida con presencia.
Hemos convertido el tiempo en un valor de productividad, deformando su significado hacia la acumulación de experiencias: logros, imágenes, dinero y conocimiento. Entonces, nuestra cultura volcada hacia el aprovechamiento del tiempo —entendiendo “aprovechar” a la luz del avance y la mejora— y la desestimación social de aquellas conductas que no vayan en consonancia con ese mensaje: un día de estar escuchando música o viendo series, leer un libro sin un propósito formativo, caminar sin un objetivo de logro, son algunos ejemplos.
¿Cuántos días tomas tiempo para hacer actividades que te gusten?
(1 = nada, 5 = mucho). El voto es anónimo y se guarda localmente.
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