#DaleNorte
a la juventud de la
región Caribe



 

Por Redacción OE

Desde sus inicios, Uninorte ha adoptado una serie de iniciativas para reducir la desigualdad de nuestra región por medio de oportunidades de estudio a los que más la necesitan. Y aun cuando se han hecho todos los esfuerzos, la situación en la región Caribe sigue siendo crítica, 68 de cada 100 bachilleres no asiste a una institución de educación superior. “Cuando uno necesita ayuda, ¿a quién acude?, a su familia, y nuestra familia son nuestros egresados”, aseguró Pilar Yepes, directora de Alianzas y Relaciones Corporativas de Uninorte.


La universidad tiene más de 55.000 egresados, miembros de esta familia que, de organizarse, puede ser el motor del desarrollo de nuestra región y por qué no, del país. Con esto en mente, nace la campaña #DaleNorte, que busca ampliar el apoyo que desde la universidad se le brinda a los más talentosos estudiantes de toda la región y que de esta forma puedan cumplir su sueño, como ya lo han hecho más de 11.000 becarios egresados de Uninorte.

Actualmente, 5.541 becarios (40% de la población estudiantil) viven la experiencia Uninorte. Una cifra importante y que produce orgullo ante el esfuerzo que se ha hecho pero que no da cuenta de una realidad. Por semestre, miles de jóvenes provenientes de todos los rincones de Colombia, los más talentosos de sus municipios o corregimientos, con puntajes en las Pruebas Saber 11 entre los mejores del país, no son beneficiados con una beca que podría cambiar su futuro, el desu familia y del lugar en el que crecieron, por la falta de recursos, por ejemplo, en el primer semestre de este año, 3.247 jóvenes se postularon a becas, pero solo 168 fueron beneficiarios.

268 becarios ingresaron en enero a Uninorte, la casa que enseña a triunfar.

 

El rector Adolfo Meisel, desde su etapa como investigador en el Banco de la República, ha afirmado que la educación de calidad es la política más importante para reducir la pobreza y las desigualdades sociales. Por esto, desde su llegada a Uninorte ha estado concentrado en ampliar las oportunidades que se ofrecen a los menos favorecidos, y para lograr un aumento considerable entendió que, más allá de los recursos privados y los programas de gobierno, debemos hacer más nosotros, como familia.

“Uninorte, a nivel país, es un referente con su programa de becas y su modelo de inclusión desde lo económico. Por eso el programa es reconocido, porque ha dado ejemplo poniendo de su recurso, ha demostrado que el ejemplo empieza en casa”, señaló la directora de Alianzas y Relaciones Corporativas, Pilar Yepes.

El reto es “lograr que una comunidad venza ese paradigma de que solo con grandes y cientos de millones se puede ayudar a una persona cuando en realidad lo puedes hacer también con la sumatoria de muchas voluntades individuales que con un aporte de cualquier monto que sea acorde a su disponibilidad. De peso en peso se llega al millón”, afirmó Yepes. Y cada uno de esos pesos, que parecen poco, evita que un joven deserte por motivos económicos su carrera, tenga un auxilio de transporte que disminuya las cargas a su bolsillo, y al juntar lo suficiente se pueda financiar el grado, posgrado o doctorado de uno de los nuevos líderes de la región Caribe. “La causa vale la pena, venimos comprometido con ello, pero solos no podemos”, agregó.

La situación en cifras


Es imposible predecir exactamente cuánto potencial de crecimiento económico se pierde con la falta de formación, lo que sí se puede decir es que mejora ostensiblemente el futuro abriendo el panorama de oportunidades a aquellos que, a pesar de que tienen todo en contra, logran destacarse.

“No se necesitan de calculadoras para entender el impacto que tendría que cada uno de los 55.000 egresados contribuyera mínimo con 50.000 pesos”, dice Yepes. Y más allá de las sumas, la voluntad conjunta de personas con una meta clara, hacer del mundo un lugar mejor para todos. Un ejemplo claro son los testimonios de nuestros becarios Uninorte.


“La causa vale la pena, venimos comprometidos con ello, pero solos no podemos”

Pilar Yepes, directora de Alianzas y Relaciones Corporativas de Uninorte



Kevin Andrés Orta Visbal

Enfermería – Becario Roble Amarillo

Kevin Orta recuerda con especial detalle aquel 8 de noviembre de 2011, en el que tras hora y media de viaje en bus desde su casa en el municipio de Malambo y de una lluvia intensa, pudo llegar a la Universidad del Norte a postular su nombre a una beca Roble Amarillo. Con esa beca se convertiría en el primero de su familia en ingresar a la universidad y el primero de su colegio en obtenerla.

Kevin cuenta su historia un lunes, justo después de haber terminado su jornada nocturna en el área de urgencias del Hospital Universidad del Norte, donde trabaja como enfermero jefe. Un trabajo que le ha permitido aportar en el sostenimiento del hogar, ayudarles a sus papás a pagarles los estudios a uno de sus hermanos y a vislumbrar mejores condiciones locativas para su casa. Todo esto lo consiguió gracias a su título como enfermero.

Recuerda que tenía su fe puesta en la Roble Amarillo porque la veía como el pasaporte para viajar a un mundo en el que pudiera hacer realidad su sueño, ese que alimentaba desde niño, cuando se imaginaba vestido de bata blanca entre camillas, bisturíes y pacientes como médico. Hoy sus planes de vida son otros porque está satisfecho con su rol de Enfermero jefe. Kevin es la personificación de una oportunidad bien aprovechada, pero especialmente de cómo una beca puede convertirse en un salvavidas para una familia, que por momentos ve nublado el futuro de su hijo por la falta de recursos económicos.

 

Desde su niñez vive en el barrio San José de Malambo con sus padres y uno de sus tres hermanos. Su mamá trabaja como profesora de primaria en un colegio privado del municipio y su papá es cotero en el mercado público de Barranquilla. Los esfuerzos y la dedicación con la que estudió sus cuatro años de carrera se vieron recompensados el 11 de diciembre de 2015. Ese día Kevin recibió de manos del rector Jesús Ferro Bayona su diploma de Enfermo. Seis meses después ya estaba trabajando en el área de urgencias del Hospital Universidad del Norte, gracias a su buen desempeño académico y a la recomendación de sus profesores.

Con esa adrenalina propia de una sala de urgencias transcurren los días de Kevin. Al mismo tiempo, alimenta una ilusión porque sabe que la vida tiene más brillo cuando está llena de sueños. Mientras labra su camino hacia esa nueva ilusión, Kevin disfruta de su presente, lleno de color gracias a la beca que comenzó a darle forma a su vida aquella tarde lluviosa de noviembre.

 



Melanie Vangrieken Alvarado

Derecho – Becaria Allianz - Colseguros

Esta joven guajira nacida en Maicao, pero criada en Valledupar, recuerda una mañana de julio desde su alma máter todos los pasos que recorrió para llegar hasta aquí. Lo hace llena de orgullo y con la convicción de que no hay imposibles cuando se tienen claras las metas en la vida.

Desde muy niña Melanie estuvo familiarizada con el ambiente universitario porque, con solo nueve años, acompañaba a su mamá a sus clases de Derecho en la Universidad Popular del Cesar. La inmersión en ese ambiente académico, hicieron que Melanie soñara recorriendo los pasillos de alguna universidad del país. Con el paso de los años, empezó a trabajar por ese sueño preparándose para el examen Saber 11 cuando cursaba noveno grado en el colegio Santa Fe en Valledupar. Melanie tenía claro que un examen por sí solo no mide la inteligencia de un estudiante, pero que un buen resultado allanaría su camino a la universidad.

Las buenas nuevas desde Uninorte llegaron el mismo día de su grado de bachiller. Esa mañana, después de regresar de la ceremonia, Melanie recibió la llamada de un funcionario de la universidad que le confirmaba que era la ganadora de la beca Allianz- Colseguros. Con esa subvención, tendría cubierta la matrícula durante los cinco años de la carrera y el pago de una segunda lengua en el Instituto de Idiomas de Uninorte.

Desde primer semestre fue una estudiante distinguida. Saber aprovechar las oportunidades extracurriculares fue clave para su adaptación a la universidad. Lo que más le gustó de todas las posibilidades que Uninorte le brindó fue aprender sobre metodología de la investigación, enfocando sus esfuerzos, bajo la guía de sus profesores, sobre los derechos humanos en las comunidades indígenas. Semestres después, cuando estaba en séptimo, fundó el Taller de Derecho en el Arte, para involucrar actividades artísticas a discusiones y reflexiones sobre derechos humanos. Con varias de esas investigaciones asistió a encuentros universitarios en Valledupar, Bogotá y Barranquilla.

Con una ponencia sobre la cultura wayuu participó en el V Concurso Nacional de Semilleros de Investigación. Ocupó uno de los tres primeros lugares y se convirtió en una de las coautoras del libro Discusiones contemporáneas sobre Derechos Humanos en el marco de la globalización, publicado por la Editorial Universidad del Rosario. Esa publicación la llena de orgullo porque es su primer libro, el primero de muchos que anhela escribir.

Melanie sueña con continuar su educación superior cursando una maestría en Derecho en España. También se imagina trabajando en Naciones Unidas o en algún otro organismo internacional. Tampoco descarta apostarle a la diplomacia e inscribirse en la Academia Diplomática y Consular de la Cancillería colombiana. Ninguno de estos sueños los ve lejanos ni imposibles. Justamente la beca que ganó para estudiar en Uninorte le enseñó que los límites no existen.

¡Donar oportunidades es fácil!

“Todo el mundo puede darle Norte a un joven, todos podemos aportar”, afirma Yepes. Donar es tan fácil como participar en una de las varias actividades que se realizan desde la Oficina del Egresado como el Torneo de Fútbol o de Golf, los encuentros de egresados en Uninorte, la comercialización de espacios en la Feria Profesional e incluso pautando comercialmente en la revista que está leyendo. Cada uno de los aportes van directamente al fondo de becas. Así también, un porcentaje de cada alimento consumido en los restaurantes del campus, de cada libro vendido en KM5, y hasta de las transacciones realizadas en los puestos de fotocopias va destinado este importante programa.

Es hora de cambiar la historia, de transformar la vida de los jóvenes talentosos que desafortunadamente quedan por fuera de la oferta del Programa de Becas en Uninorte. Hoy los invitamos a sumarse y Darle Norte a los sueños de bachilleres, Darle Norte a las oportunidades para acceder a una educación superior de calidad, a Darle Norte al progreso de la Región Caribe. A través de los siguientes medios puede ayudar a que otros como usted puedan decir también #SoyEgresadoUninorte.

 


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