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INTERÉS PROFESIONAL

 
Por: César Augusto Muñoz Echeverry
Consultor en Liderazgo, Innovación y Desarrollo Organizacional


Magíster en Gestión de la Innovación Empresarial
Magíster en Administración Educativa
Psicólogo y CAP en Ética y Desarrollo Humano

 

De acuerdo al primer estudio realizado en Colombia en el año 2015, por el Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia, y Nubelo, empresa líder en contratación freelance en el mercado hispano, acerca del Teletrabajo, arrojó que para el año 2020, el 50% del trabajo en el país iba a ser digital. El estudio realizado a más de 25.000 profesionales de la base de datos de talento digital de Nubelo y a más de 1.500 empresas beneficiarias de los servicios de Nubelo en el país, mostró que el 80% de los entrevistados consideraron que, como trabajadores freelance podrían ganar más dinero. El estudio identificó que 3 de cada 10 personas trabajan completamente como freelance.

Ahora, si eres independiente y quieres saber ¿Cómo y cuánto cobrar por tu trabajo?, César Muñoz, consultor en Liderazgo, Innovación y Desarrollo Organizacional, en su artículo brinda estrategias y recomendaciones que él ha implementado en su recorrido profesional.


No es una respuesta fácil de dar y hay tantas opiniones y criterios como personas que la den. Más bien se trata de contar lo propio y esperar que algo de ello le sea útil a quien lea este artículo. Y eso es lo que haré al final del mismo.

Empecemos por decir que la cosa no es tan simple: emprendedores, freelancer, trabajadores independientes y muchos otros, siempre nos encontraremos en algún momento, o en muchos momentos, frente a ese dilema y para resolverlo aspiramos a que nos den una fórmula fácil, ojalá matemática, que nos lo resuelva y de pronto algunos autores nos las sugieren y se pueden encontrar algunas en internet, pero por alguna razón terminamos por concluir que no nos sirven.

Hay que señalar que un cálculo juicioso de lo que debemos cobrar es complicado, porque como independientes hay que tener en cuenta muchas cosas. Por ejemplo, nos va a tocar pagar un poco más de impuestos que cuando éramos empleados, si ya lo fuimos. Fuera de eso también debemos pagar lo correspondiente al empleador en los pagos de seguridad social. Además, como trabajador independiente crecemos en muchas cosas, pero por otro lado, casi nunca tomamos vacaciones, ni días de descanso, al menos durante los primeros años del negocio, y eso tiene un costo y un valor que debemos tener en cuenta.

Por otra parte, si se va a tener oficina para nuestro negocio la cuestión se complica por las inversiones en muebles, computador, impresora y otras cosas como salarios, además de la renta, los servicios públicos, papelería, internet, administración del edificio, etc. Pero la verdad no siempre es necesario tener oficina, porque hoy en día muchos negocios se pueden atender desde la casa y muchos de los trabajos se hacen en las instalaciones de los clientes. De todas maneras, esto depende de qué tipo de trabajo se va a llevar a cabo, porque es muy diferente ser consultor, Diseñador Gráfico, dar clases particulares, prestar servicios por internet y eso implica grandes diferencias.

Veamos algunas cosas de las que se recomienda para determinar lo que vamos a cobrar por nuestro trabajo como trabajadores independientes:

         Determinar cuánto le costaría a la empresa si contratara a un empleado para hacer ese trabajo, lo cual es complejo si lo hacemos
         completo y luego coger ese valor y procesarlo: horas que vamos a dedicarle y determinar así el valor de nuestro trabajo.

         Revisar las tarifas vigentes en el mercado, lo cual no siempre es fácil.

         Acudir a redes gremiales, profesionales, amigos, mentores o personas que ya trabajan en el campo y que logremos de alguna forma
         que con generosidad nos compartan sus opiniones, experiencias y recomendaciones.

         Hacer un cálculo de manera objetiva y ordenada de todos los gastos que vamos a llevar a cabo, incluyendo transporte, materiales,
         cantidad de horas para la preparación y la ejecución del trabajo; y con base en ello revisar los precios que se han tenido y hacer los
         ajustes que se crean necesarios en un buen Excel.

         Arrancar con tarifas bajas es bueno para ganar clientes, pero no demasiado bajas, porque se hace difícil incrementarlas en el futuro.

         Incrementar las tarifas levemente por los desplazamientos que tienen un costo y cuando son trabajos de poco tiempo de duración.

         Es importante no mantener el mismo precio por años, ya que los costos de vida y la economía siempre van en aumento y se debe
         mantener la sostenibilidad del negocio en que trabajamos. Además, como dice un autor “con cada año irás ganando más experiencia
         y tu aporte y asesoría se vuelven más valiosos. Por lo tanto, no temas cobrar mejor por un servicio más especializado”.
 

No dudo que esos puntos o algunos de ellos pueden ser útiles. Sin embargo, paso a contarles algunas cosas que me han servido para resolver este asunto, como consultor independiente que soy desde hace más de 20 años, y aclaro que no son recomendaciones, porque el que a mí me hayan servido no quiere decir que son siempre apropiadas:

Antes de saltar hacia la práctica independiente, cuando todavía era empleado como director nacional de Gestión Humana de una empresa, empecé a realizar “pequeñas” labores de consultoría por fuera de mi horario de trabajo, lo que me fue dando experiencia en ese campo. También por fuera del horario laboral comencé a trabajar como profesor hora cátedra en universidades de la ciudad de Cali, donde resido, con el fin de cumplir metas para ir incrementando los ingresos por estas dos actividades con respecto al salario que devengaba.

El cobro inicial de estos trabajos no fue muy grande en lo económico, pero fue muy valioso desde otros puntos de vista. Muchos de esos cobros iniciales fueron inspirados en el valor por hora que me pagaban en las universidades, lo cual para algunas personas es un buen referente sobre todo en el inicio. No obstante, para algunos profesionales ese es un valor muy bajo y sé de algunos que quieren cobrar el triple de entrada, lo cual en muchos casos es correcto.

Luego fui incrementando el valor de mi trabajo en la medida que me podía vincular a empresas de mayor envergadura. Las clases en los posgrados me dieron la oportunidad de vincularme con funcionarios de empresas importantes de la región, los cuales valoraron mis conocimientos, mis capacidades y me fueron llevando a sus empresas a realizar trabajos importantes. Comencé a hacer eventos de capacitación en múltiples empresas en forma independiente y por medio de las universidades.

El valor de mi trabajo así mismo lo he determinado por la cantidad de horas: si son muchas o me contratan por largo tiempo o con mucha frecuencia, puedo cobrar una tarifa menor, pero si me contratan por dos horas para una sola conferencia, el valor de la hora es mayor. Lo mismo ocurre cuando el desplazamiento me hace gastar muchas horas, ejemplo, cuatro horas de desplazamiento para dictar una charla de una hora.

Pienso que es bueno desarrollar una especificidad y una especialidad en nuestro trabajo, caracterizarlo, pero no debemos exagerar en ello porque también es bueno combinar con otras actividades que valorizan nuestro proyecto de trabajo. Es importante lograr hacer trabajos para grandes e importantes empresas, lo que nos da una buena imagen, que nos permite valorizar más nuestro trabajo.

En la medida que se aumenta la experiencia se puede ir aumentando el valor de nuestra hora de trabajo. Es crucial que sepamos sostener nuestro trabajo con altísima calidad y no pararle demasiadas bolas a las dificultades y molestias que surjan en el trabajo como independientes. Es necesaria la inteligencia emocional para abordar los distintos tipos de personalidad y los diferentes grados de apreciación que tienen de nuestro trabajo.

Aprendí que no debo centrarme mucho en discutir con el cliente el precio de mi trabajo, más bien enfatizar la alta calidad del mismo. Finalmente, para poder cobrar bien nuestro trabajo, es vital el estudio permanente y la renovación profesional. En mi caso mi formación como Psicólogo, la enriquecí primero como formador en Ética y Desarrollo Humano, luego con una maestría en Administración Educativa y muy recientemente con otra maestría en Gestión de la Innovación Empresarial con la Universidad de Barcelona.

Esto me permite mezclar lo académico con lo práctico: dictó clases en varias universidades dentro de las que incluyo con orgullo a la Universidad del Norte, pero además me mantengo metido permanentemente en las empresas haciendo asesorías. Esta renovación me ayuda a que se mantenga en buen nivel la valoración de mi trabajo.

 

Para resolver esta pregunta ¿Cómo y cuánto cobrar por tu trabajo? los invito a:

 

   Estudiar estos puntos y ver cuáles le pueden ser útiles.
 

  Saber que tarifas muy altas nos ponen en riesgo de que no nos contraten, pero muy bajitas puede en principio llevar a algunas personas a que subestimen la calidad de nuestro trabajo. Por eso el siguiente punto.
 

  Experimentar con las tarifas. Es la única manera de ir aprendiendo.
 

  Brindarles un valor agregado a tus clientes con la alta calidad de tu trabajo y aún con algún tiempo adicional si es necesario.

 

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