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INTERÉS PROFESIONAL

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Por: Brenda Barrios Jiménez
Gerente Cuenta Regional Costa Norte elempleo.com

Ingeniera de Mercados, especialista en Gerencia de Empresas Comerciales de la Universidad del Norte (2016), con más de 14 años de experiencia laborados en su mayoría en consultoría de intangibles, en diferentes empresas de diversos sectores económicos.

Cuando hablamos de habilidades blandas para trabajar en grandes compañías, nos referimos a las competencias personales con las que cuenta un individuo: sus valores, sus aptitudes, su personalidad, su empatía, entre otros, que hoy día son un factor diferencial que buscan las grandes compañías. Brenda Barrios, gerente Cuenta Regional Costa Norte del empleo.com, nos muestra desde su experiencia cuáles son las “soft skills” (habilidades blandas), más buscadas por una organización para impulsar y potencializar el crecimiento de la empresa. Conoce además las cifras más representativas del mercado laboral, según nuestro Boletín Turpial en Cifras, de la Unidad de Servicio de Empleo de la Oficina del Egresado de Uninorte.


Conseguir un empleo en una compañía de alto nivel o escalar a cargos gerenciales o directivos es una tarea que conlleva esfuerzo, tiempo, responsabilidad y hasta suerte. Y además de todos estos factores, es clave contar con habilidades blandas diferenciadoras de otros candidatos.

Cualidades como la responsabilidad, puntualidad y constancia son valoradas por las compañías y los jefes directos. Aun así, las habilidades blandas son determinantes y deben ser plasmadas en las hojas de vida.

“La competencia laboral es muy fuerte y de eso no cabe ninguna duda. ¿Qué hacen entonces las empresas para diferenciar a los candidatos a sus ofertas de empleo o para promover ascensos? Es claro que en la actualidad un punto que juega muy a favor de las personas son las habilidades blandas, porque esto complementa el perfil profesional y es útil para los objetivos de las compañías y para el bien del clima laboral”, sostuvo Ximena Morgan, gerente general de elempleo.com.

Las habilidades sociales pueden marcar la diferencia entre los aspirantes a un cargo que tengan una formación profesional similar y los más altos niveles académicos en prestigiosas universidades.

Competencias como la empatía, buenos modales, capacidad de negociación, espíritu de colaboración, puntualidad y una buena dosis de optimismo, por solo mencionar algunas, aportan una valoración especial.
 


Brenda Barrios Jiménez, egresada de la especialización en Gerencia de Empresas Comerciales de la Universidad del Norte (2016), nos dice algunas de las habilidades blandas más buscadas por una organización.

Habilidades superlativas

Entre todas las habilidades que puede poseer una persona, hay unas que son muy valoradas por las organizaciones: habilidad de comunicación, capacidad para trabajar en equipo, aceptación de críticas, proactividad y actitud positiva.

De una comunicación fluida depende, en gran medida, el éxito de los proyectos. Saber expresar claramente qué es lo que se desea y cómo se puede lograr; tener el llamado ‘poder del lenguaje’ para hacerse entender tanto con sus similares como con sus subalternos o superiores, constituye un elemento de gran valor en el entorno laboral.

Comunicarse de manera clara y concisa es una de las grandes competencias que permite desarrollarse de buena manera en el entorno laboral. “Una metodología que funciona es pedir retroalimentación enfocada en comportamientos, los cuales vienen acompañados de buenos resultados; cuando se premien es importante resaltar que la manera de lograrlos fue por los comportamientos y que no fueron otorgados al azar”, afirmó recientemente a elempleo.com Daniel Ellenberg, director asociado de Recursos Humanos para la Región Pacífico de P&G.

Por otra parte, la capacidad para trabajar en equipo, mostrando espíritu de colaboración, es un valor agregado de gran importancia. Esta habilidad implica también tener dotes de liderazgo y dejar de lado la competencia entre miembros del mismo equipo de trabajo. Saber aceptar las críticas es un punto que puede jugar en favor del candidato. Quien tiene capacidad para aceptarlas sin ponerse a la defensiva es capaz de generar los cambios necesarios para mejorar y no propiciar nuevos reclamos.

A su vez, la proactividad y la capacidad para enfrentar los problemas desde múltiples ángulos constituyen una de las competencias blandas más valoradas. En las empresas se requiere de personas dispuestas a innovar, a solucionar inconvenientes y a decidir a tiempo cuando se presenta un problema. Quedarse de brazos cruzados y esperar que la más alta gerencia tome las decisiones no es considerado una señal de respeto al superior o a la jerarquía organizacional, sino una falta de iniciativa.

Adicionalmente, el trabajador que llega a la oficina con buena actitud, que saluda a los compañeros con afecto y respeto, que se interesa sinceramente en su entorno y en la empresa, que asume compromisos dentro y fuera de la compañía, constituye un valioso activo humano. Mantener una actitud positiva genera un ambiente de trabajo grato y, además, aumenta la productividad del equipo.

 

Valores éticos y adicionales

El desempeño de un trabajador en una empresa no es netamente el resultado de un gran conocimiento o de tareas ejecutadas. Las compañías están valorando otro tipo de habilidades en sus equipos y que probablemente no se enseñan en un aula de clase.

En estos tiempos de alta competitividad, no sobra recordar la importancia de mantener los valores éticos e insistir en que se puede ascender sin pasar por encima de los otros.

Desde luego, tener una disposición constante por aprender, asumir responsabilidades y ser recursivo habla bien de las personas. Ante los cambios tecnológicos, se buscan candidatos que tengan capacidad de anticipación y gestión integral en el cambio de tendencias empresariales y del mercado.

Finalmente, la inteligencia emocional y la asertividad son algunas de las cualidades que más se valoran en los procesos de selección de la actualidad.

 

¿Y para los jóvenes?

Los jóvenes profesionales que se designen para ocupar gerencias deben contar con una “inteligencia emocional sólida, habilidades de comunicación y ‘lifelong learning’, que es la capacidad de estar dispuesto a no dejar de aprender, porque el mundo cambia constantemente y los trabajos de hoy no serán los mismos que en cinco o diez años”, mencionó Patricio Espinosa, gerente general de IBM Colombia.

“Las personas jóvenes en cargos directivos están mucho más abiertas a los cambios, son apasionadas y resilientes, pero eso no quiere decir que alguien de mayor edad no pueda serlo; se trata de tener siempre un equilibrio, y allí es fundamental también contar con la experiencia y conocimiento de la empresa y del equipo de trabajo para resolver los problemas”, concluyó Espinosa.

 

Competencias más solicitadas por las empresas



De acuerdo con el Boletín Electrónico Turpial en Cifras.